viernes, 27 de marzo de 2015

¡ Había una vez....!



(Escrito el 18 de enero de 2015)
Hace al menos 40 años, la Televisión tenía un Programa que entretenía a los chicos, titulado “Había una vez… un circo…” . Sus protagonistas, Gabi, Fofó, Fofito, Miliki y Milikito, se encargaban de que así fuese. Por otra parte, de siempre, en las Fiestas Mayores de las ciudades y poblaciones importantes, nunca faltó como atracción El Circo, a la que iban y siguen asistiendo tanto chicos, como mayores. Este espectáculo, tenía y sigue teniendo como objetivo entretener, para lo que siempre cuentan con diferentes números: fieras, payasos, trapecio, malabaristas, funambulistas, etc.

Como cada vez hay más problemas para la instalación de estas ferias por falta de solares céntricos, el gasto que conlleva, etc, nuestros políticos han querido sustituirlo y por ello son los que montan la vida política como un circo.

Está el número de las fieras. En las campañas electorales, se critican, se atacan y muerden como si se fuesen a comer, pero pasadas las elecciones, a las órdenes del domador, se reúnen, comen, pactan y ya no hay que temerles nada. Como dice la jota: Nadie le tema  a la fiera/ que la fiera ya murió….

Es digno de ver, como de aquellos rugidos, de aquellas amenazas de querer salir de la jaula, a la orden del domador, se quedan quietos, cariñosos, y el domador hace de estas fieras lo que desea.

Número fuerte en los Circos son los payasos. Estos payasos, hacen reír, además de por su vestimenta y  colorido, por las sosadas que dicen, los chistes que cuentan, etc.  En política los hay geniales. ¿No os han hecho reír, todos esos que hablan, hablan y hablan y no entiendes ni palabra? Son geniales. A las preguntas que les hacen, contestan con otras que se salen de tiesto. Unas veces, personas que son íntimas amigas de siempre resultan que no se conocen. Es maravilloso.

Los malabaristas, son geniales. En el circo te sacan palomas del sombrero, pollos de la bragueta, etc. Los políticos, este número lo superan ampliamente. Abren la puerta del garaje y se encuentran cochazos que no saben cómo han llegado hasta allí, les aparece una cuenta con millones en Suiza, tienen mansiones y yates, que no saben, ni de dónde proceden, ni cómo los pagaron…. Estos malabaristas son la leche, te lo prometo…..

¿Qué decir de los funambulistas?  En política, cualquiera de ellos, se pone a opinar de lo que quieras, a la máxima altura y sin red y el tío tiene una serenidad, que actúa como si fuese andando por la acera.

De los trapecistas, ¿qué quieres que te diga? Este número es el más difícil todavía. En el circo, se cuelgan de un pie, de una mano, de la boca, etc. Aquí, sin un euro te aseguran inversiones que nunca pudiste soñar. Hasta dicen que cuando uno prometió que  haría un puente y le dijeron que no había río en ese pueblo, contestó. Pues traeremos el río.

Podría seguir escribiendo mucho, pero el folio se termina. Un amigo me comenta: los políticos no hacen circo. Hacen teatro y son buenos actores. Perdona que te diga, para mí, una gran mayoría, son puros comediantes.

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martes, 17 de marzo de 2015

Sin propósito de la enmienda



(Escrito el 15 noviembre 2014)

Como quiera que nací en 1939, no puedo ocultar que crecí y me eduqué en el franquismo, dictadura, régimen totalitario o como se le quiera llamar. Como todos los de mi época, vimos y oímos muchas cosas de ambas partes (rojos y azules, nacionales y republicanos, legales y sublevados, etc). Se decía que las cosas no se podían cambiar, porque las leyes estaban hechas así y había poca esperanza de cambio. Incluso para ese cambio que algún día tendría que llegar, se oía que las cosas estaban atadas y bien atadas.

Aquello pasó y  con el cambio llegaron nuevos conceptos: democracia, constitución, libertad, partidos, elecciones, igualdad, etc. Visto lo anterior y anunciado lo que llegaba, pensamos que la cosa iba a cambiar como de la noche al día, pero Celedonio que no se hizo ilusiones, con el paso del tiempo, no puede por menos que manifestar que algunas cosas quedaron tan atadas, que no hay quien deshaga el nudo y para las nuevas, utilizaron una cuerda que se deshilacha.

Para él, la ley electoral actual, no le satisface, pues el ciudadano no elije a sus representantes, sino que es el Partido el que te obliga votar al que a él le interesa. Siendo una cosa nueva, la podrían haber redactado mejor. Propósito de la enmienda, de momento no lo hubo.

Los políticos tendrían que ser los que redactasen las leyes de forma clara, pero cuando lo hacen, dejan tantos cabos sueltos, que muchos aunque la incumplan, la propia ley les apoya. No entiende por qué los delitos prescriben sin llegar a ser juzgados, no comprende por qué los políticos no pueden dar a conocer sus gastos, no le cabe en la cabeza que haya tantísimos aforados, etc. En definitiva no entiende muchísimas cosas que para él se contradicen con lo que entraña la palabra democracia, libertad, igualdad, etc. Para todo esto y después de tantos años, tampoco vemos  ningún propósito de la enmienda.

Nos hacen creer, que hay cosas que están legisladas desde hace tanto tiempo que se han quedado anticuadas, pero que la ley es así. No conocen que cuando el nudo no se puede deshacer, hay un método fácil: cortarlo con una navaja. Ni para esto tienen propósito de la enmienda.

Dentro de la corrupción, los pelotazos, etc, no entiende como no se pone coto a la especulación con la revalorización de los terrenos. Si un terreno como agrícola tiene un valor, cuando se decide que se puede construir en él, su precio final es el agrícola, más los gastos de urbanizarlo y sobre ese precio es el que se debe basar el valor de lo construido. La democracia debe proteger a todos y no debe consentir la especulación, ni el enriquecimiento de unos pocos. Si siempre fue así y se sigue consintiendo, el propósito de la enmienda, ni se les ocurre.

Si todos los que pasasteis por el poder consideráis que lo habéis hecho bien y de las cosas que hicisteis mal, después de avisaros, no tenéis ni tan siquiera propósito de la enmienda, no os extrañéis que un día os den la espalda. Tiempo tuvisteis de enderezar muchos caminos, pero a vosotros igual os daba, porque en lugar de ir por el camino, os ibais por la carretera.

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viernes, 13 de marzo de 2015

¡ O Esperanza... o el CAOS !



(Escrito el  31 de octubre de 2014)
En estos días revueltos
de corruptos y amenazas,
aparece nuevamente
¡la solución, Esperanza!

Nadie le pide opinión
pero ella no se calla,
se le adelanta a Rajoy
demostrando tiene talla.
Como siempre, es la primera,
que salta a dar la cara,
y no le importa ocultar
que tenía ella la vara.

Si tanto talento tienes
y nada a ti se te escapa,
¿por qué nombraste a  esos
que han resultado “chorizos”?
¿por qué tú les defendiste
y les sacaste la cara?
O acaso en las elecciones
cuando se hizo la lista,
¿les ignorabas a todos?
¿no les seguiste la pista?

Tengo seguro una cosa,
que con una lista abierta,
muchos de los ciudadanos,
posiblemente oliesen
que la lista esa, ¡apesta!

Si te crees solución
para salvar el Partido,
piensa para tus adentros,
si al Partido no has jodido.
Quizá pienses y te creas
que tu eres la mejor,
despreciando a mucha gente
que está alrededor.

Tú te crees importante,
por experiencia y por rica,
pero debes de pensar,
que hay mucha gente que pica,
y te podrá sorprender
que la sociedad la apoye,
y aunque no tenga silbato,
se le oye, e incluso pita.

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sábado, 7 de marzo de 2015

Los pecados pesan mucho



(Escrito el 11 de noviembre 2014)
No busco reflexionar sobre la moral, ni tratar del perdón de los pecados, tal como nos enseñaron en el catecismo: confesarlos y hacer propósito de la enmienda. Tampoco quiero repasar los Diez Mandamientos, ni los Pecados Capitales que en su día nos aprendimos de carretilla. El motivo de la reflexión, es tan amplio, que no sabría decir  qué pecado se está cometiendo.

Llevamos mucho tiempo hablando, escuchando, viendo y sufriendo el resultado de las actuaciones de muchos de nuestros políticos y la incapacidad o falta de respuesta de los que están por encima de los mismos. A veces generalizamos el tema y no debería ser así, pero cuando el pecado es tan grande, éste eclipsa todas las acciones buenas que puedan hacer los afectados, los compañeros o los que están por encima de ellos. Esta magnitud del pecado es lo que nos hace generalizar y no ver las cosas que pueden ser positivas. Vulgarmente diríamos que cuando uno está cabreado, no se viene a razonamientos.

Como a veces soy propicio en mis escritos a traer citas, hoy indico la siguiente: “Cuanto más grande es el caos, más próxima está la solución ( Mao Tse-tung)”. Leyendo esto fríamente, quizá podamos  tranquilizarnos, pues ¡ya falta poco! El caos es ya inaguantable.

Cuando se habla de pecado, sin pensar, lo enlazas con el arrepentimiento, pero no es así, sino que el arrepentimiento viene sustituido por la contradicción y la mentira. Si lo que defiendes hoy, lo contradices mañana, ¿qué credibilidad te pueden dar?

Siempre oímos que el confesor asesoraba, aconsejaba y estimulaba el arrepentimiento, pero hoy día si los afiliados al Partido son los que pecan, ¿qué consejos y penitencia les pone el Jefe de Filas correspondiente? Los más ignorantes, entre los que me encuentro yo, pensamos que no están reaccionando bien y por eso el caos es cada vez mayor. Los Jefes de Filas, ¿pensarán que no tienen  nada que confesarse?

Baltasar Gracián decía: Los ignorantes son los muchos, los necios son los infinitos; y así el que los tuviere a ellos de su parte, ése será señor de un mundo entero. ¿Pensarán  nuestros dirigentes que somos los ignorantes de esta cita?  Quizá seamos algo ignorantes,  pero necios: ninguno.

No es fácil gobernar, pero recurro a otra de las citas que tengo recogidas: ¡Cuántos en las Cortes tienen oficios preeminentes, a los cuales en una aldea no les hicieran alcaldes! (Fray Antonio de Guevara).

No sé cómo terminará todo esto, si nuestros dirigentes se consideran héroes o seres privilegiados. Para ellos va la última de las citas de hoy:

El que ha sufrido algún mal puede olvidarlo; jamás el que lo ha causado (H.Maret).

Que así sea y Amén.

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