(Escrito el 14 de
marzo de 2014)
Los que por los años y las
circunstancias, conocimos la trilla en las eras, sabemos que la cantidad de
parva a tender, era variable, ya que dependía de cómo eran los fajos, cómo era
la era, cómo iba a ser el trillo, con
qué caballerías contabas y qué día hacía, pues por la mañana tenías claro que
la parva había que trillarla ese día y si era posible aventar y llevarte al
menos el grano a casa.
Este recuerdo lejano, me lo trae
al pensamiento todos estos casos que hay pendientes en los juzgados como son:
Caso Gurtel, Caso Urdangarín, Caso Bárcenas, Caso de La Muela, Los ERES en
Andalucía, etc. y tengo que preguntarme: ¿no será demasiada la parva que han tendido?
¿Serán capaces de trillarla?
Ante todo, reconozco mi total
desconocimiento de cómo funciona un juzgado y por lo tanto del proceso que se
sigue, pero habiendo conocido la trilla en las eras, tengo el valor de
reflexionar sobre todo esto.
Estamos viendo que al frente de cada
caso hay una cabeza visible (Juez Castro, Juez Ruz, Jueza Alaya, etc) que
supongo que será el que en definitiva decide qué hacer, cómo, etc. y que tendrá un equipo más o menos numeroso y
eficaz que le ayudarán. Cuando te hablan del número de folios que tiene el caso
(supongo que hoy con la informática serán CD o similares), no tienes por menos
que acojonarte, pero cuando piensas en el tiempo que llevan, te tienes que
preguntar ¿pero cuándo se va a terminar el caso? Al paso que se lleva, a veces piensas que
nunca.
Cuando en las eras se trillaba
con las caballerías, sabías que la primer vuelta que se daba a la parva,
costaba tiempo y esfuerzo, ya que la garba estaba muy entera, pero las siguientes serían ya más
suaves. En el caso que nos trae de los juzgados, a esos miles de folios ¿quién
es el guapo que les da varias vueltas, para conocer al detalle todo lo que allí
está anotado?
En las eras, a veces a medio
trillar se esparcía algún fajo de mies, que con el resto de la parva ni se
notaba, pero aquí cuando un tema parece que se clarifica, aparece un nuevo
contacto que se podría considerar por su volumen caso aparte, pero sin embargo
está conexionado y por lo tanto es el mismo.
En el caso de la trilla, lo peor
que podía suceder, es que de pronto se presentase algún nubarrón y llegase a
caer algunas gotas. En estos casos supongo que no faltarán las presiones,
insinuaciones, etc de mandos que hay por encima y que aunque no sea de forma
clara hay que interpretar que el camino que se lleva no es el que la
superioridad desearía y esto también frenará el desarrollo de la causa.
Para muchos, esta comparación no
tendrá ningún significado, pero para Celedonio que conoció los tiempos
pasados que menciona, simplemente piensa que hay “demasiada parva para trillarla”,
que se tenía que haber fraccionado y una vez trillada una parva, tender la
otra. De no ser así, podría pasar lo que algún año pasó, que se revolvió el
tiempo, comenzaron las lluvias y las espigas del cereal brotaron en los fajos
de mies en la era.
Los procesos se alargan, las
sentencias no llegan, los acusados están libres y lo que se llevaron no lo
devuelven.
La justicia, en lugar de dar
ejemplo y ser admirada por todos, estamos viendo que lo que da, es pena, pues
para mayor INRI, llegará un día que sin resolverse el caso, ni cumplirse la
sentencia, dirán que el caso ha prescrito.
¡ VAYA TOMADURA DE PELO!
Próximo tema: Algo sobre formación
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