(Escrito el 27 de abril 2016)
La suerte está echada. El
próximo 26 de junio se nos dice que hay que volver a votar. A Celedonio
no le ha sorprendido. Si la suma aritmética no se alcanzaba y en el Senado hay
mayoría del que no iba a entrar a gobernar ¿cómo se casaba eso? Todo ha sido
marear la perdiz, intentando obtener una investidura, pero aunque se hubiese
conseguido ésta, ¿hubiese sido capaz de gobernar?
Que hablen las urnas, se
suele decir cuando llegado el momento se pide al pueblo que decida. El pueblo
ya habló o ¿acaso no gustó lo que dijo? ¿No es el pueblo soberano y el que
decide? Es la primera vez que pasaba en democracia estas cosas y hemos visto
que lo de dialogar, ceder, pensar en los problemas de los ciudadanos, etc eso no
tenía importancia. Prevaleció lo del nunca...,
jamás..., y tú más..., no te ajunto..., etc. Como los críos.
¿Y ahora qué? Si el votante sigue utilizando la misma
papeleta, estaremos en las mismas y si la cambia ¿hacia dónde irá? Si
imprevisible fueron los resultados del 20 de diciembre, más imprevisibles
pueden ser los próximos y si no veamos:
¿Qué modificaciones va a haber
en las listas electorales? ¿Pasarán factura las urnas a todos esos casos de
corrupción que aunque ya estaban, se han puesto más a la luz del día? ¿Tomarán
nota los responsables de hacer las listas?
Unos pedirán que hay que
reformar la Constitución, pero ¿habrá capacidad de hacerlo? ¿Habrá suficiente
número de escaños para reformarla? Y si se decide reformar ¿habrá acuerdo en
qué puntos?
Algunos dan por hecho que el
Federalismo es la solución, pero ¿nos explicarán antes, la diferencia que hay
entre Federalismo y el estado actual de las Autonomías? Yo nunca oí hablar de
este tema.
¿Nos darán a conocer alguna vez,
cuando hablen de determinadas inversiones, de dónde va a salir el dinero? Si el
dinero no se multiplica por arte de magia, para tapar un agujero habrá que
quitarlo de otro sitio ¿o no es así?
Nos dirán ¿cómo vamos a pagar la
deuda que tenemos y la que seguro se va
a generar?
Supongo que si estamos en
Europa, habrá que seguir al menos parte de sus recomendaciones, ¿o es que somos
tan chulos que damos por hecho que todos los problemas europeos los van a
resolver los que salgan de las urnas el día 26 de junio? ¿Seguirá toda Europa
las directrices de España?
Las próximas elecciones, al
igual que las demás, costarán un pastón al erario público. ¿Se considerarán
autorizados para ello, porque así lo define la ley, los distintos
Partidos? En épocas de recortes, también
tendrían que tenerse en cuenta.
Si por el hastío, hay una fuerte
abstención, ¿no sería lógico que en el porcentaje de la misma, se redujese el
número de escaños en ambas Cámaras?
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