lunes, 28 de febrero de 2022

Permisibilidad a personas mayores


(Escrito el 7 septiembre 2020)

Todos conocemos la diferencia que hay en cuanto a forma de pensar, de ver las cosas, de valorar lo que ves o que oyes entre las personas jóvenes y mayores. Como preámbulo, indicaríamos dos refranes muy populares que dicen : “Lo que de joven se aprende, tarde se olvida” y el de “la cabra siempre tira al monte”, por ello debemos tener siempre presente, que los mayores nunca olvidarán aquellas cosas que aprendieron y vieron cuando eran niños y adolescentes y que siempre tienden  a recordar  aquello que primero vieron. No es empecinarse en lo vivido hace mucho tiempo, sino que siempre tendrán unos puntos de referencia.

La Memoria histórica, no es sólo recordar los desastres de la guerra civil que finalizó hace ya más de 80 años, los abusos que se cometieron, la pérdida de vidas que hubo, etc. Pienso que también comprende la forma en que vivieron su infancia nuestros mayores si queremos comprender algunas de sus actuaciones que ahora nos sorprenden.

A veces criticamos y decimos que es de mala educación, recogerse bien el plato cuando estás comiendo. En el plato siempre se debe dejar algo. A muchos mayores nos enseñaban y veíamos lógico dejarlo casi fregado por dos cuestiones: la comida no se tiraba y cuanta menos agua se gastase para fregarlo mejor. El agua no salía por el grifo como ahora. Muchas veces costaba un sacrificio hasta que llegaba a la fregadera.

Trabajando, muchas veces te limpiabas el sudor con la manga y las manos en la pernera del pantalón. No nos extrañe si alguna vez, vemos acciones sino similares, sí parecidas.

La gente era conformada y resignada. Había que afrontar las cosas como venían. Recuerdo la contestación de uno que le preguntaban cómo había ido la cosecha. Dos sembrar, dos coger, nada perder, le contestó. No es que fuese una contestación representativa pues hoy diríamos que no tenía muchas luces, pero algo sí que reflejaba.

Cuando hacía uno sus necesidades en el campo o a las afueras del pueblo porque no había cuartos de baño, por papel higiénico se usaba una o varias piedras. Una vez un abuelo estaba quitando piedras en el campo con un nieto y le decía que así habría mejor cosecha. El nieto le dijo: abuelo, en el Hortal  de Romeo hay muchas piedras y todos los años se revuelca el trigo y el abuelo le contestó: sí pero todas esas están pasadas por el culo.

Por el hecho de ser mayor, a la persona ya se le respetaba. Ahora parece que el saber idiomas, tener varios Master, etc. es lo único que da prestigio y motivos para que te respeten.

Los jóvenes, nunca podrán comprender a las personas mayores sino piensan cómo fue su vida y sobre todo la de su más tierna edad que es la que más huella deja.

Aunque veamos cosas en ellos que no nos gustan, seamos permisivos.

Próximo tema: Al semáforo en la encerrona

 

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