sábado, 10 de septiembre de 2022

¡Enhorabuena Sorianos!


(Escrito el 14 febrero 2022) 

Ayer domingo fueron las Elecciones Autonómicas en Castilla y León. Entre lo que hay que destacar es que de los 81 escaños, 5 le corresponden a la provincia de Soria. De estos 5, 3 se los llevó la Agrupación Soria Ya que defiende la España Rural.

Celedonio, una vez más, reflexiona sobre este mismo tema, ya que en otras fechas ya lo ha hecho aunque haya sido de pasada. No es fácil recuperar a nuestros pueblos y tampoco podemos reclamar que vuelvan a su pasado. La vida ha evolucionado, las personas vamos cambiando y los tiempos van haciendo historia. No todos los pueblos han sido iguales y tenemos que reconocer que a veces nos hemos preguntado ¿pero cómo hicieron este pueblo aquí? Si nos extrañamos por qué lo hicieron no pidamos explicaciones de por qué ha desaparecido.

Aunque no podemos hablar igual de todos y de cada uno de ellos, sí que podemos generalizar algunas causas que lo han motivado.

Si cuando llegó la industrialización del país se hubiese pensado ya un poco en ellos, la despoblación hubiese sido menor. En el momento de crear las industrias muchas de ellas se podían haber instalado en las  Cabeceras de Comarca. Si los puestos de trabajo hubiesen estado más cerca, se podría haber acudido a ellos sin necesidad de tener que salir del pueblo a buscarse la vida.

Hacia los años 80 del siglo pasado, hice con un grupo de ganaderos de lanar un viaje por el Sur de Francia visitando explotaciones de este tipo. Nos fijamos como objetivo ver y preguntar. Estuvimos en viviendas aisladas donde estaban las explotaciones. Pudimos ver y nos dijeron: el camino hasta la casa siempre lo habían conocido asfaltado y la vivienda con luz y teléfono.  A los hijos los recogía el transporte escolar y se los llevaba y  los traía. Muchas de las personas mayores vivían allí. Los hijos se habían ido a trabajar pero estaban a 30 ó 40 kms. Si pasa algo los llamas y en media hora están aquí. Si eso estaba así es porque alguien lo pensó, lo programó y lo llevó a efecto.

Compararlo con muchas de nuestras situaciones. Recuerdo en los años 40 y 50 del siglo pasado, cuando la única forma de calentarte en casa era encendiendo el hogar a base leña. Por más de que en el monte la había muy abundante, tenías que controlar al guarda forestal para que no te cogiese con una carga de leña para calentarte. Si te cogía te denunciaba. El teléfono no recuerdo el año que se instaló y asfaltar la carretera también habíamos tragado antes mucho polvo. Si cerraban la escuela ya podías buscarte la solución para que los hijos fuesen a ella.

Más recientemente hemos conocido como los agricultores y ganaderos reciben ayudas a través de la PAC. Igual cobra el que sigue viviendo en el pueblo, que el que vive en la ciudad y su medio de vida es otro. Se paga por la superficie y número de cabezas. ¿No tendría que ser mayor la ayuda para aquél que vive todo el año allí y sostiene el pueblo?

En el siglo XXI, lo que no se puede consentir es que haya pueblos que no cuenten con Internet y cobertura para los móviles. ¿Supone eso mucho gasto? Observemos algunas de las construcciones e inversiones que se han hecho a lo largo y ancho de cualquier provincia y no sirven para nada.

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