domingo, 11 de diciembre de 2011

Nuevo destino de Masca

(Escrito 1 de julio 2010)

Nunca lo había visto
ni oído o escuchado,
hasta ir a Tenerife
en este junio pasado,
que me apunté a la excursión,
pues otras que me ofrecían
las había visitado.

En el folleto te indican
lo agreste del paisaje,
las buenas vistas que hay,
las curvas de carretera
y lo que vale el pasaje.
Sin verlo, te haces idea
de lo que allí puedes ver,
un pueblo con cuatro casas
donde conoció el turismo
hace poco, casi ayer.

Vida dura, no lo dudes,
aun en el año dos mil,
no te digo hace tiempo
lo duro que debió ser
el que estaba allí: vivir.

Unos bancales estrechos
cultivados casi a pico,
para criar cuatro papas
un tocino y dos gallinas,
que afilarían el pico,
y el que se ponía malo
ya podía espabilarse,
médico allí no habría
y él tendría que curarse.

Lo que hacen los turistas :
sacar fotos, poco más,
pues el pueblo es muy pendiente
y es difícil caminar,
y viendo la carretera
y las curvas que allí hay
tu pensamiento interior
te murmura y te dice
que para volver allí
mucho tiempo pasará.

Sin embargo yo al verlo
mucho me da que pensar,
y me viene a la memoria
otra gran utilidad.

Si de siempre fue habitado
no podemos comentar,
que el estar viviendo allí
sea una cosa anormal,
pues si unos resistieron
otros bien podrán estar,
y ¿quién son estas personas
que allí podríamos llevar?

A mangantes, sinvergüenzas,
de los muchos que hoy hay,
los que dan los pelotazos,
los corruptos y ladrones
ya sean heterosexuales
o si prefieren ser gays.
Los que montaron la crisis,
con temas de construcción,
los que ganaron dinero
con simple especulación,
y con sólo alguno de estos
nos saldrían un montón.

Nada de estar en la cárcel
pues nos cuestan un pastón,
que vivan y estén allí
y si quieren alimentos
que cojan el azadón,
que caven aquellos huertos
y que ellos tengan paciencia
que allí encontrarán
lo que consiguieron otros:
la simple supervivencia.

Que se críen unas cabras
dos gallinas y un tocino
y el tiempo que tendrán libre
que arreglen algún camino.
Que sepan que es soledad
pues otros ya la vivieron,
que ahora aun tienen luz
cuando otros no la tuvieron.

Y no me vengáis con hostias
de que eso no es humano,
pues muchos de la ciudad
siempre dijeron, pensaron,
que el pueblo era muy sano.

Diputados, senadores,
pensar en lo que hay que hacer,
que si se cambian las leyes
esto lo podríamos ver,
y si alguno se desmanda
un sitio puede tener.

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