El Congreso del PSOE

(Escrito el 4 diciembre 2011)

Que el PSOE ha perdido está claro. Perdió las municipales, las autonómicas y las generales. Nadie lo pone en duda. ¿Los motivos? Unos lo culparán a la crisis, otros a los recortes que tuvo que hacer, otros al liderazgo de Zapatero, etc. Las opiniones son diversas y los motivos varios que han confluido. Ahora viene el momento de levantar cabeza y sufrir la llamada “travesía del desierto”. Para ello cogerá las riendas: ¿Rubalcaba?, ¿Chacón?, ¿Bono? ¿algún otro del que no se habla? En febrero lo veremos.

Yo, que no soy ningún analista político, y por lo tanto mis reflexiones posiblemente sean absurdas, tengo la osadía de opinar sobre el tema y expresar lo que siento.

Cuando un Partido Político se forma, creo que será porque una o varias personas tienen una inquietud, y piensan que si sus ideas se pudiesen poner en práctica, el país podría ir mejor. Estas inquietudes las tendrán que plasmar en algún escrito, para que los promotores puedan aportar sus ideas y tras exponerlas y pulirlas pasarán a ser la doctrina del Partido que se quiere formar. El que quiera conocer con detalle lo que piensan esos promotores, lo primero que tendrá que hacer es leerse ese texto. A medida que va pasando el tiempo, esas ideas habrá que ir retocándolas o cambiándolas para que estén al día o actualizadas. Pienso que en el PSOE tendría que haber sido así desde su fundación. En un Congreso desapareció la palabra “marxismo”, porque así se acordó y ya nunca se volvió a nombrar.

Con el planteamiento que se hace y el que se ha venido aplicando desde hace mucho tiempo, parece como si el Partido no tuviese, no ya un programa concreto para presentarse a unas elecciones, sino que nadie sabe cuál es la ideología o principios del partido. En la pasada campaña electoral, el aspirante a Presidente del Gobierno habló del impuesto patrimonial, del impuesto a las grandes fortunas, de impuestos a los bancos y eso pareció sorprender hasta los propios afiliados, pues el Gobierno en funciones ni lo había nombrado. ¿Pero es que el Partido Socialista no tiene en su manual escrito los pasos que hay que dar para conseguir una sociedad más justa? Hay que poner un impuesto a las grandes fortunas porque ahora nos hace falta dinero, y si la crisis no hubiese llegado ¿nunca se hubiese hablado de ello?

Visto lo visto, parece como si cada candidato tuviese la obligación de proponer cómo tendría que ser la doctrina socialista y si es así, me temo que ninguno se ha leído el manual del Partido, o a lo mejor es que ni lo hay. Desde siempre, estamos observando que el que dirige un Partido es el intocable, al que no se le puede decir nada, sólo él está en posesión de la verdad. Si sigue siendo así perdonad, pero el partido democrático estará regido por un dictador y dictadores ninguno queremos.

No sé lo que pasará en el Congreso de febrero. Para mí lo verdaderamente importante tendría que ser definir bien ¡cuales son los principios del Partido Socialista y cómo piensan aplicarlos! Si eso está claro y lo aprueba la mayoría, cualquier militante ayudará a esa “travesía del desierto”, pues todos se deberían saber de carretilla ese manual.

Si el Partido se personaliza y al Jefe siempre hay que decirle ¡sí guana!, pienso que se ha hecho mucho ruido para tan pocas nueces.

En una charla que oí hace muy pocos día escuché: “miramos mucho al microscopio, pero muy poco por el telescopio”. Posiblemente hubiese que reflexionar sobre este pensamiento. No hay que mirar de tan cerca, hay que mirar más lejos.

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