(Escrito
el 28 de junio 2012)
Todos conocemos el movimiento
del péndulo. Al moverse, oscila a la izquierda y a la derecha, o bien adelante
y atrás. Cuando hemos ido con los niños a los columpios lo hemos contemplado y
también hemos apreciado lo peligroso que es, llegar a la posición horizontal.
Si llegase a dar la vuelta no nos podemos imaginar lo que sucedería, pues si
las barras son rígidas habría menos peligro, pero si el asiento se sostiene con
cadenas....
La vida, tanto la nuestra como
la propia sociedad, siempre ha tenido un movimiento pendular, pero creo que
estamos moviéndonos en un punto peligroso, ya que las dos posiciones extremas
llegan a formar una línea recta y podríamos dar la voltereta.
De tener que escuchar “ los
chicos hablan cuando mean las gallinas”, hemos pasado a que los chicos son los
que planifican la vida familiar. Ellos son los que mandan.......
De valorar la virginidad en el
momento del matrimonio, se ha pasado a que las relaciones sexuales hay que
practicarlas desde que se puede.....
De estar acostumbrados a
inaugurar pantanos, hemos pasado a odiar este tipo de obras. El impacto
medioambiental, la oposición de determinados grupos y el que todos queremos
más, hace que se esté cuestionando una fuente de riqueza como es el uso del
agua.
En tiempos de dictadura
asistimos a expropiaciones de determinadas fincas, dónde se ubicaron nuevos
pueblos y se asentaron gentes humildes a los que se les dio un medio de vida.
Con la democracia, las ayudas a la agricultura se dan en función de la
superficie, por lo que el rico cada vez es más rico y el pobre cada vez más
pobre.
En otros tiempos los montes
estaban limpios de maleza y entre la ganadería y sus aprovechamientos los
incendios eran menos. Hoy todo son parques naturales, nada puedes coger en él,
el ganado no puede entrar, etc. Sin embargo cada año inmensas superficies son
pasto de las llamas.
Muchos estudiantes y
trabajadores vivían en patronas, dónde muchas personas encontraban una fuente
de ingresos y a ellos les salía económico. Hoy queremos estar en pisos y muy
bien acondicionados y las dos partes presentan problemas económicos.
Del respeto al profesor hemos
pasado a tomarle por el pito del sereno.
Antes los presos de las cárceles
hicieron grandes obras, hoy, muchos de los que tendrían que estar dentro, ni
cruzan la puerta.
Vivimos otras épocas en que la
ropa se apedazaba y los cuellos de las camisas se cambiaban con la tela de la
parte baja. Hoy la ropa se tira sencillamente porque ya no se lleva eso...
Sería interminable lo que se
podría decir de esta vida pendular. Como quizá me digan que soy un anticuado y
que no comprendo la vida que es así, me gustaría que se aplicara también lo que
hace pocos días oí.
Un alto cargo de un país
nórdico, al salir del trabajo y dirigirse a su casa entró en unos almacenes y
se compró ropa por un equivalente de unos 100 euros. A la hora de pagar no
llevaba esa cantidad encima. Sacó su tarjeta bancaria y por alguna razón no se
la admitía la máquina. Ante esa situación, pagó con la tarjeta oficial. Al día
siguiente, tan pronto llegó al trabajo devolvió a la Administración los 100
euros explicando lo sucedido. A las 12 del mediodía el jefe lo llamó y lo cesó.
No puedo asegurar que sea cierto, pero si con los puntos anteriores se está
conforme y los admitimos, exigiría que se aplique lo comentado de ese
país nórdico, en nuestra sociedad.
Un poco de vida pendular, entre
nuestros abundantes chorizos, no estaría por demás.
Próximo tema: Yo estuve de patrona
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