(Escrito
el 11 de abril de 2010)
Cuando veo algunos movimientos de masas, en ocasiones
me pregunto: ¿seré algún bicho raro? Me refiero principalmente cuando la gente
acude a los mitines políticos, partidos de fútbol o concentraciones similares.
En unas clases que asistí sobre Psicología y Salud, el
profesor nos indicó el primer día que no sacásemos temas de religión, política,
ni fútbol, cosa que valoré muy positivamente, ya que sino muchos días
hubiésemos terminado como el “rosario
de la aurora”
No obstante, fuera ya de clase y tomándonos la cerveza
con dicho profesor, le dije que si podía explicarme, cómo la mente humana es
capaz de asimilar y que las personas seamos capaces de alcanzar ese gregarismo
que nos conduce a tan tremenda manipulación. No es fácil, me contestó, pero te
diré una opinión que puede ser muy personal.
Hubo un tiempo en que la sociedad que había entonces,
tenía una visión “horizontal”. Nadie pretendía destacar, sino vivir. La gente
cazaba para comer, se respetaba sus territorios, era solidaria y se realizaba
una verdadera vida en “comunidad”. Con el paso del tiempo
se fue pasando a la sociedad con visión “vertical” y esa sociedad es la que
nos ha traído hasta aquí.
Ahora, el único objetivo es estar por encima
de....y para ello, hay que usar los procedimientos que te conduzcan
allí, aunque sea a costa de.....Es la lucha por el poder, por el figurar,
aparentar, sobresalir.
Esa necesidad sentida de estar por encima, es la que
usan los líderes para manipularnos, para hacernos ver que lo mejor es lo que
ellos proponen y la gente les sigue como borregos. No sé si lo que me quiso
explicar era algo así, pero yo así lo entendí y se lo agradezco. Posiblemente
sea un tanto atípico, pero a mí no me ha llegado ese mensaje a las neuronas de
mi cerebro y por tanto no reacciono a esos estímulos. En ocasiones alguien ha
podido decir que tengo la “sangre de nabo”.
Ayer 10 de abril de 2010, el Real Madrid perdió ante
el Barcelona por 0-2. Como no siento pasión por ninguno de ellos, lo que más se
me quedó grabado es que la TV
dio como noticia, que por si ganaba el Madrid, se había protegido la Cibeles con un armado de
hierro para evitar que la gente llegase a producir males mayores. Ante esto no
puedo por menos que preguntarme: ¿Pero será posible que el ser humano llegue a
tanto? ¿Ese comportamiento de exteriorizar la alegría de ganar un partido es de
personas civilizadas? ¿Ennoblece el fútbol al deporte y a las personas? ¿Por
qué hay que poner vallas para proteger el campo?
A finales de los años 50, un compañero de estudios
asturiano, comentaba con el gracejo propio de los asturianos, que un día el
locutor de Radio Asturias o Radio Oviedo, como se llamase, puso a los
asturianos “a parir”. En uno de los parques de Oviedo se había inaugurado
una estatua al Dr. Fléming y según el comentarista, habían presenciado el acto,
las autoridades encargadas del discurso y de correr la cortinilla que la tapaba
y cuatro más. Con rabia que no pudo contener el locutor les dijo: ¡si
hubiese pasado Bahamontes por el Puerto de Pajares os aseguro que ya hubieseis
acudido a aplaudir! ¡ No tenéis vergüenza!
Hay comportamientos en nuestra sociedad, que al menos
a mí, me dejan pasmado y encima ves que participan gentes que se dicen cultas y
representativas de la sociedad Si piensan así, no me encuentro entre sus
representados. Lo de la sociedad “horizontal” será una utopía, pero
la sociedad “vertical” en la que vivimos, en ocasiones, tendríamos que
llamarla “borreguil”, ya que nos comportamos como las ovejas ante el
pastor.
Próximo tema: A vueltas con los funcionarios
No hay comentarios:
Publicar un comentario