(Escrito el 23 de diciembre de 2017)
Esta expresión que utilizo como
título de la reflexión de hoy, la quiero comparar a lo estrecho que es el
camino por dónde queremos andar, cuando es muy difícil guardar el equilibrio.
Los resultados de las elecciones
catalanas, nos llevan a pensar que la cosa está difícil, que estamos igual que
antes, que poco se ha aclarado, etc etc. Por lo poco que he escuchado, el
Gobierno a través de su Presidente está dispuesto a dialogar siempre dentro del
marco legal y Puigdemont, que de momento sigue en su escapada, reclama que
quiere hablar pero sin rayas rojas y de todo lo que le venga en gana y como
quiera. ¡Difícil planteamiento para dialogar y mucho menos para entenderse!
En una reflexión que Celedonio hacía el pasado 2 de
noviembre, decía que en la campaña electoral, había que tener cuidado
con lo que se decía, que había que plantear cosas sensatas y posibles y que los
Partidos debían de pensar en el día después.
Yo no escuché todo lo que
dijeron, ni me interesé por la misma, pero tanto machacar alguna cosa aunque no
quieras te llega. Creo que escuché al aspirante del PSOE dos cosas que ni me
gustaron, ni creo que les motivara a los posibles votantes. Una era que Rajoy
lo que tenía que hacer era sacar a los que estaban en la cárcel y otra que el
Gobierno Español, lo que debía de hacer es perdonar la deuda que tiene Cataluña
con él. No sé si lo decía convencido, se le escapó, dijo lo que no quería o que
pasó, pero los resultados los hemos visto. Con las declaraciones anteriores de
Nación de Naciones o cosa similar, posiblemente pensó que eso atraería a los
catalanes, pero me parece que si están contentos con los resultados pocas
ambiciones tenían.
El descalabro del PP, no es tan
extraño, pues en la misma reflexión citada anteriormente, Celedonio hacía ver que la gente confundía el Gobierno con el PP y
la aplicación del 155 la hizo el Gobierno y lo hubiese tenido que hacer
cualquier otro Gobierno hubiese sido del signo que fuese.
Como no es comentarista político,
no quiere hacer otras valoraciones, pues hay otros que las hacen y mejor, aunque sí que quiere recordar que en su
reflexión del día 24 de abril y cuyo título era ¿Contagioso lo de Francia? la reflexión terminaba en pseudo-poema así:
Lo que en Francia son dos vueltas/ en España hay que hacerlo/
en una, a la primera,/ por eso yo me pregunto:/ si lo que pasó en Francia/resulta
que es contagioso,/¿podría ser que ganase/ incluso por mayoría/ el joven Albert
Rivera?
Hace dos días que fueron las
elecciones. El futuro no está claro y esperemos que no sea necesario hacer
otras que posiblemente tampoco dejarían despejado el problema.
Si a las decisiones que ha tomado el mundo
empresarial, no se les quiere dar ninguna importancia por parte de los dirigentes,
y lo ven bien sus seguidores, no nos lamentemos si luego nos encontramos con
algo completamente distinto de lo que actualmente tenemos.
El que avisa no es traidor.
En
los toros, al tercer aviso, el toro vuelve al corral.
Próximo tema: La Casa del Ingeniero
No hay comentarios:
Publicar un comentario