(Escrito el 15 febrero 2022)
¿Dónde estás
que no te veo?
¿me lo podrías
decir?
te aseguro que
en un libro
que trataba él
de Historia
hace mucho lo
leí.
Decía que tú
abundabas
como en los
campos la arcilla,
podía ir sin
tocar suelo
de Norte
a Sur una ardilla.
Yo me hice ilusiones
de poderte
encontrar,
de estar
sentado a tu lado
y seguro
disfrutar.
He ido hacia Torrero
y por allí tú
no estás,
saliendo de
los pinares
solamente hay
soledad.
Fui también
hacia La Muela
y tampoco yo
te vi,
y al ver igual
panorama
ya no puedo
sonreír.
Tampoco yo te
he visto
cuando marcho
hacia Zuera,
no encontrando
ningún rastro
de que por
aquí estuvieras.
Me dicen que
en el Moncayo
y en Pirineos
te vieron,
o aquel libro
me engañó
o mucho daño
te hicieron.
Yo quería
escuchar
los pájaros y
sus trinos,
ese murmullo
precioso
que siempre
les sale fino.
Me gustaría
apreciar
esos cantos
hasta el fin,
cuando parece
que escuchas
las notas de
un violín.
Y al que
escribió de la ardilla
le diré muy
educado,
todo eso que
escribiste
está ya muy
caducado.
Próximo tema: La puntilla de otros pueblos
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