sábado, 27 de mayo de 2023

Cuando se acerca el final.


(Escrito el 19 abril 2021)

Se dice, que uno tiene que estar contento si al final de su vida ha plantado un árbol, ha tenido un hijo y ha escrito un libro. El árbol no lo planté por no tener un terreno en propiedad, pero por el trabajo que tuve de alguna manera colaboré en la plantación de muchos de ellos, los vi crecer y ayudé a cuidarlos. Hijos tuve 3 y aunque el libro no lo llegué a publicar, sí que escribí bastante y lo tengo guardado de una forma ordenada para que puedan leerlo los que vienen detrás. Con ese planteamiento inicial, puedo decir que estoy contento.

Lo que pasa es que cuando has ido escribiendo de cosas variadas, nunca te has hecho el planteamiento de darlas a conocer, sino que vas escribiendo y guardando sin más y aunque no las tengas amontonadas, nunca te hiciste la idea de que se convirtiesen en libro y ni el temario, ni muchas veces la redacción están acordes con ese fin.

Estoy contento con las que he agrupado en un Cuadernillo bajo el título de “Recordando a mi pueblo”. Son pasajes y comentarios de la vida cotidiana que se venía haciendo por aquellos lugares. Muchos de los lectores ya ni lo conocieron, pero no lo ponen en duda de que todo aquello existió. Yo siempre defendí que estas cosas de hace 80 ó 100 años tienen que entrar a formar parte de la Memoria Histórica y no debía escatimarse tanto su divulgación.

Contento estoy también con pasar a papel las 650 semanas de Reflexiones de Celedonio. En el Blog, aunque esté colgado en Google no es fácil acceder a cada una de esas semanas. No dicen nada nuevo, pero sí que te gusta haber participado y dado a conocer algo como tú lo ves. No sacas ninguna conclusión, pero sí que da pie a muchos interrogantes.

Los Comentarios a los Amigos y Compañeros ahí quedan. Muchos escritos están hechos en momento felices y todos estábamos alegres. Los hay también de despedida y tristes. De todo hay en la vida. Siempre oí que una persona no termina ni cuando se jubila, ni cuando fallece, termina cuando se olvida. Aquellas personas a las que les escribí nunca las podré olvidar. Cualquier día las puedo recordar al leer lo que un día les decía.

De Temas de Trabajo, lo que recogí de Otros Autores, de Temas Familiares, etc ¿cómo no recordarlos? A veces te devanas los sesos para fijar una foto que te aparece de dónde era. El escrito él te lo dice, máxime si le pusiste fecha.

¿Cómo olvidar las Crónicas escritas y distribuidas entre los compañeros del Senderismo?  A esta fecha han sido un total de 220.

Las Colaboraciones en otras publicaciones también quedan recogidas, Eso también te estimula y te hace reflexionar.

Si el final llega cuando sea y también el momento que lo de escribir o mirar en el ordenador no te sea fácil hacerlo, quizá echar un vistazo a todos tus escritos sea una forma de matar el rato.

Contento con lo que he escrito y más contento aún por haberlo impreso y guardarlo ordenado. Quizá pueda servirle también para algún otro.

 

Próximo tema: A la manta

 

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