domingo, 30 de agosto de 2009

Sillas y mesa (segunda parte)

(Escrito el día 13 de noviembre de 2008.)

Con el tema en la prensa,
se nos han puesto nerviosos,
y ahora el Sr. Alcalde
promete aclaraciones
para todos los acosos.

Habrá una peritación
valoraremos la mesa,
y con este resultado
sabremos lo que ella vale,
y hasta los kilos que pesa.

Mire Vd., señor alcalde,
nadie duda que ese mueble
valga tanto como pesa,
el problema es que Vd.
nunca se debió gastar
cantidades como esa;
y lo que a todos nos jode,
y nos deshace los nervios,
que con mesas más sencillas
nuestros señores ediles
no se puedan concentrar
y tratar los temas serios.

Ese salón no es un bunker
ni tampoco es un museo,
eso es zona de trabajo
y todo eso es muy serio;
estas y otras cosicas
no gustan nada a la gente
máxime cuando recuerdan
que en tiempo de clandestinos
las reuniones se hacían
debajo de cualquier puente.

Vd. mismo reconoce
que en los momentos de crisis
esto le parece mal,
yo simplemente le digo:
con abundancia, fatal,
pues habría muchos huecos
que se podrían tapar,
si la mesa y las sillas
tienen un precio normal,
y como Vd. los conoce
no se los quiero nombrar.

Quizá piense que este tema
se ha salido de madre,
esta forma de actuar
no se lo perdona nadie.

Estamos muy mosqueados,
con ese distanciamiento
que tenemos cada día,
mientras comen a la carta,
los demás, menú del día;
y no digamos los coches
que llevan sus señorías,
si no llevan equipajes,
con un coche mas modesto
pensamos que ya valía.

Mientras estuvo la EXPO
nos pagamos nuestra entrada,
nos gustaría saber
cuanta gente entró sin ella
porque estaba invitada;
el que se invite a alguno
tampoco lo vemos mal,
pero querríamos saber
cuantas entradas tenía
el que era concejal.

Con todo lo que se ve,
llevan vida, pero cara,
cuando muchos funcionarios
aprovechan bien los folios
escritos por una cara.

Si su vida no la encauzan,
otra respuesta tendrán,
y aunque piensen no es así,
ya muchos no votarán;
y esto se lo dice uno
que en democracia creía,
y con el paso los años
se llegó a convencer
que se ha convertido esto
en una sinvergüencería,
no llegando a pensar,
que ya nunca votaría.

El Pleno de desagravio
se podría celebrar :
el día de San Valero
o la noche de San Blas,
pues pienso que en esas fechas
las aliagas necesarias
en su punto estarán.

Próximo tema: Pleno de desagravio

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