Quince días por La Manga

(Escrito el 20 junio 2009)

Aunque algo conocía,
muy poco había estado,
sólo al regreso Granada
por allí había pasado;
me pareció interesante
su buena ubicación
una tierra con dos mares
te causa admiración.

Por diversas circunstancias
ahora tuve la ocasión
de pasar los 15 días
sin ninguna interrupción.

Una vez te metes dentro
poco debes de temer,
pues aunque quieras, ni a idea,
tú te podrías perder,
y si llegas al final
por el camino que fuiste
por el mismo hay que volver.

La cosa está muy clara
todo justo y muy cabal,
tan sólo tiene una calle
que es la calle principal,
a la que llaman Gran Vía
cuyo nombre no está mal.

A izquierda y derecha salidas,
numeradas como tal
empiezan en la Gran Vía
y terminan en el mar;
y conociendo el número
te viene fenomenal.

Las distancias de Gran Vía
quedan muy bien señaladas,
con puntos kilométricos,
ellos son una monada.

Son paneles bien sujetos,
y por tanto no se mueven
cada uno indica todo
del cero hasta el diecinueve;
y al llegar al punto cero
tu bien puedes apreciar
si te han dicho tu destino
por dónde él puede estar.

Pero esto que es ventaja
también tiene un sacrificio,
pues resulta que La Manga
se convierte en un chorizo.

No hay sitios que concentren,
tiendas, hoteles y bares,
dónde poder reunirse
los jóvenes y mayores.
Junto a calzada de coches
hay zona peatonal,
que también es carril bici,
cosa que la veo mal.

Las aceras son a trozos
por donde puedes andar,
pues construcciones antiguas
están sin retranquear;
no digamos ya el espacio
que te queda junto al mar,
pues entre tapia y el agua
ya no se puede pasar.

Pero aun con estos defectos
bien pudimos apreciar,
que tiene sus buenas playas
dónde te puedes bañar,
y sino te gusta un lado
al otro puedes cambiar.

El agua del Mar Menor,
aun a primeros de junio
resulta fenomenal,
poco profunda, muy clara,
temperatura ideal.
No digamos de los lodos
de la isla de los Ciervos,
se pasa divinamente
cuando te pones con ellos
cara y cuerpo, todo negro.

Cabo de Palos bonito,
también puerto deportivo,
y la zona que estuvimos
llamada del Pedruchillo.

Aunque hay algo de lío
en carreteras de acceso
tanto al ir como al venir,
os digo sinceramente
que si yo tengo salud
en esas fechas de junio
lo querría repetir,
ya que en julio o en agosto
me parece que tranquilo
no se puede estar allí.

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