sábado, 25 de febrero de 2012

Los Pactos Post Electorales

(Escrito el 14 junio 2011)

Hace tan solo tres días se formaron los Ayuntamientos, surgidos de las elecciones del 22 de mayo. Los Gobiernos Autonómicos lo irán haciendo dentro de breves fechas.
En las campañas electorales, supongo que las propuestas que hacen cada uno de los partidos, son las intenciones si llegaran a tener una mayoría. Si bien esto es difícil conseguir incluso en los grandes partidos, resulta imposible en los partidos pequeños, por lo que no estaría demás que durante la campaña, manifestasen sus intenciones de apoyo, pues deben reconocer que su papel será el de apoyar a otro que lo necesite.

Pensando en ganar votos, algunos llegan a la radicalidad. “Nunca daremos nuestros votos a......”. “ Hay que conseguir que no mande.....” etc. A veces hasta se comprometen a hacerlo notarialmente. Que esto se diga a nivel general, me parece de lo mas absurdo.

En todos los municipios, sobre todo en los mas pequeños, los problemas locales que son los que hay que resolver, los conocen todos los vecinos y es de suponer que los conocerán también los que aspiran a dirigir el Consistorio. Sólo se discrepa en la forma de afrontarlos. En estos municipios, los votantes conocen a las personas y saben lo que es capaz de dar de sí cada uno de ellos. Sino hay mayoría para mandar, se tendrán que unir para que sea posible para gobernar.

En muchas ocasiones, el que manda, y mas si hace mucho tiempo que lo hace, se envalentona de tal manera, que no le hace caso a la oposición ni al que le apoya. Ellos son los únicos que están en posesión de la verdad. El resto se convierten en simples sufridores.

Por estas actuaciones me viene al pensamiento el comportamiento de alguna localidad, que a la mitad de la legislatura pasada, le dio totalmente la vuelta al Ayuntamiento, pues en lugar de apoyar al que mandaba, decidieron apoyar a la oposición, sin ningún trauma ni consecuencia negativa para la localidad.

En esta legislatura, también parece que han ocurrido cosas de las que se consideran extrañas en algunos Ayuntamientos, y puede que ocurran en algún Parlamento Autonómico que se va a formar. Querer imponer a la fuerza la votación que deben hacer cada uno de los partidos me parece una dictadura, peor que la que tantas veces hemos criticado. El que ha estado sufriendo durante mucho tiempo la arrogancia del que mandaba, no puede admitir las imposiciones que le da su comité federal o nacional, pues no conoce nada de lo que allí se ha venido cociendo y si lo conoce nada hizo por apoyar las reivindicaciones del pobre sufridor.

Con arreglo a la ley electoral vigente la cosa tiene que ser así, por lo que los partidos pequeños siempre tendrán que ser el apoyo de otros. Lo que no se puede consentir es que en ocasiones, se vendan por un plato de lentejas, pasen a convertirse en comparsa del que apoyan y no se acuerden de los principios que defendieron en su campaña electoral. Todo ello se convierte en un fraude para el pobre elector.

Si el partido mayoritario necesita del apoyo del pequeño, justo será que se le reconozca alguna cosa específica que le reclama. Decirle a todo que no y seguirle apoyando, es querer permanecer en la poltrona y eso al votante es lo que más le encabrona. Cuando un determinado partido en una localidad cae en picado, muchas veces no hace falta hacer grandes investigaciones de las causas. Los mas sencillos votantes se lo dicen con estas palabras: “se lo ganaron a pulso”.

Quedan cuatro años, para las próximas elecciones. El resultado de ellas todavía no las podemos conocer, pero algunos que fueron elegidos el día 22, ya tienen su sentencia.

Próximo tema: “ La prescripción de los delitos”

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