(Escrito
el 22 de enero 2012)
junto
al fuego con bastón,
agarrando
bien al nieto
pues
quieren que no se caiga
ni
toque ningún tizón.
Venga
padre, venga abuelo,
que
ya es hora de comer,
y
agarrándoles del brazo
presiden
siempre la mesa,
ese
sitio es para él.
Les
pondrán la servilleta
y
les cortarán la carne,
¡
cuide con algún huesico !
y
procure no se manche.
Eran
cuidados diarios
que
les daban las familias,
había
que compensar
el
esfuerzo, el trabajo,
buen
trato se merecían.
En
otros lugares ví
otro
sistema, ya ves,
era
cuando cada hijo
lo
tenía sólo un mes,
y
pasado este tiempo
el
abuelo marchará
a
casa de otro hijo
y
otra vez vuelta a empezar.
Hoy,
con la vida moderna
estas
cosas son historia,
la
vida da muchas vueltas
muchas
más que una noria.
Aunque
sigue habiendo casos,
que
todo seguirá igual,
y
el abuelo es querido,
respetado
y bien cuidado,
existe
en otros muchos
que
el abuelo es desplazado.
Se
achacará a los pisos,
que
no hay sitio para todos,
otras,
será el trabajo
lo
que todo ha cambiado,
si
no es que ya al abuelo,
lo
vemos o lo pensamos
que
está algo trastornado.
Que
habla siempre lo mismo
esa
es la pura verdad,
y
si al abuelo se atiende
nos
restará libertad.
No
podremos ir de viaje
tampoco
veranear,
ni
los fines de semana
que
queramos esquiar.
Tras
pensarlo mucho y bien,
y
tener mucha paciencia,
creemos
que lo mejor
es
que se vaya y se esté
en
alguna Residencia.
Si
lo que tiene, algún día,
lo
que se hará, es repartir,
¡no
sé por qué el cuidarlo
me
va a tocar siempre a mí!
Estas
cosas y otras muchas
puede
uno intuir,
por
eso, no te sorprenda,
que
allí tengas tu el fin.
Por
eso te recomiendo
que
ahorres si puedes algo,
y llévalo con paciencia,
cuando
no puedas valerte,
aunque
ahora no lo creas
irás
a la Residencia.
Pero como
todo cambia……
Próximo tema: Me quedo con el abuelo
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