(Escrito
el 5 de enero de 2013)
A las Reflexiones de hoy, Celedonio
no les pone título. No le viene a la cabeza ninguna apropiada. El lector le
podrá poner la que desee.
Ayer día 4 de enero, escuché en
las noticias que a Rodrigo Rato le habían nombrado asesor de Telefónica. Tras
unos instantes, me quedé tranquilo. Mi corazón había resistido el impacto. Como
diría el castizo ¡manda huevos!
Son tantas las cosas que me
vienen a la cabeza, que no sé por dónde empezar. Los asesores han sido criticados
por toda la Sociedad últimamente, por no ser necesarios, por no tener
formación, porque son los amigos de los que mandan, porque no tienen que
opositar, etc. Las razones serían
interminables, pero el objetivo siempre es el mismo: proporcionarles unos buenos
ingresos aunque sea descaradamente.
Posiblemente al que critique
este nombramiento, le dirán que no conoce la capacidad que tiene este personaje
y los beneficios que puede traer a la compañía. Yo me encuentro entre uno de
ellos. Como soy amigo de refranes diré que: “la velocidad se demuestra
andando” y este señor, me parece
que últimamente ha estado bastante sentado. Tan sentado, que la última empresa
que dirigió fue a pique y por lo tanto su eficacia quedó manifiesta.
Yo no se estos nombramientos quién
los sugiere, quien los propone y quien los aprueba, pero sea el que sea, me
parece que se ha cubierto de todo, menos de gloria. Si mal está proponerlo,
para una persona de su categoría, mucho peor está aceptarlo, a no ser que en su
contrato haya algún punto en letra menuda o grande que tenga como objetivo: “dinamitar
la compañía” y han pensado que podría ser el más adecuado, vista la
eficacia que tiene en el manejo de este tipo de explosivos.
Si el darle la plaza es por
asegurarle un puesto de trabajo y que así pueda sobrevivir, me parece poco
serio ya que de siempre se ha hablado que era un gran empresario con grandes
negocios. Entre los últimos que yo he leído es el que abordará, junto con el
marido de la Sra de Cospedal en temas sanitarios (CAPIO SANIDAD).
¿Se llama don de ubicuidad
cuando uno puede estar al mismo tiempo en varias partes? Si como asesor le dan
unos emolumentos que supongo serán cuantiosos es porque le dedica tiempo al
tema, pero y todos los otros asuntos
¿cómo los controla? A estos les tendrá que dedicar tiempo, ya que son suyos y
no puede consentir que vayan mal. ¿Acaso lo de asesor es dar una respuesta
cuando le preguntan? Pues si no es así, no me explico cómo llega a tiempo a
todas partes.
Recuerdo que en este mismo Blog,
titulé unas reflexiones “Para ascender perder” y ahora el
caso se repite. Entonces citaba los casos de Miguel Sebastián que no ganó la
alcaldía de Madrid, ni la Trinidad que no le ganó a Tomás Gómez. Por no saber
ganar ese puesto les dieron otro mucho mejor. A ambos los nombraron Ministros.
Al Sr. Rato que no sirvió para gestionar una Caja de Ahorros, ahora lo ponen
para que asesore a una de las grandes empresas españolas. ¡Qué incongruencias!
¿Igualará en cotización las acciones de Telefónica a las de Bankia? Como es
sábado y no hay bolsa, no se cómo habrá respondido la cotización tras saberse
el nombramiento.
Por otros nombramientos de
asesores en telefónica, conozco algunos casos que se dieron de baja en algunos
servicios que tenían contratados, por lo que a lo mejor con este se
incrementan.
Cuando escuchemos a finales de
enero cómo ha ido el paro en este mes, recuerden que el estar apuntado en el
INEM, no es la mejor forma para encontrar trabajo y mucho menos bien
remunerado. Con tanto paro, tampoco es digno que este Sr. cobre de tantos
sitios y otros no cobren nada, pues si sólo va a dar su opinión cuando le
pregunten, quizá hay otros muchos que podrían hacerlo mucho más barato y hasta
si me apuran quizá mejor. ¡ Tiempo al tiempo !
Próximo tema: Al final “La
Residencia”
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