(Escrito el 29 enero 2010)
Como de otros muchos temas,
reconozco que no tengo ningún conocimiento de la energía nuclear, no obstante
tengo mis puntos de vista sobre alguna cosa de lo que habitualmente te vienes
enterando.
Ante un tema tan delicado,
pienso que lo primero que habría que tener es un gran debate nacional sobre
dicha fuente de energía, con personas conocedoras del tema e independientes de
colores políticos, pues actualmente parece que creer en esta fuente de energía
es cosa de la derecha (los malos) y condenarla es de personas de izquierda (los
buenos). Si las inversiones para construir estas centrales son tan altas y los
riesgos son inmensos, que desaparezcan las centrales que hay o que pueda llegar
a construirse otras tiene la suficiente seriedad como para no depender de los
bandazos políticos o que se convierta en tema electoral cada vez que hay que ir
a las urnas.
¿Qué radio de acción tiene
un escape nuclear de una central ? Es lo que me gustaría saber. Contestado esto
preguntaría: ¿a qué distancia tiene Francia la central nuclear de nuestras
fronteras o los países africanos si es que la utilizan? Digo esto porque según
su radio de acción, de nada sirve sacarnos nosotros el peligro de casa, si
estamos en el radio de acción de la del vecino; alejamos el peligro, pero no lo
evitamos.
Parece mentira que cuando se
construyeron las centrales nucleares que hay, no se definiese ya dónde tendrían
que ser enterrados sus residuos, ya que supongo que los que la construyeron
tenían que saber que un día u otro, por unas causas u otras hay que eliminar
esos deshechos.
Yo, que como digo soy
desconocedor de este tema, en los momentos de escribir estos párrafos me dejan
totalmente atónito lo que dicen los medios de comunicación. Se pensaba que los
“cementerios atómicos” no iban a ser posible situarlos dentro de nuestro país,
ya que todo el mundo los rechazaría, pero ahora hay propuestas de varias
localidades que los quieren.
La aceptación de estos cementerios en su
término municipal, no es por dar un ejemplo de solidaridad, sino por la
compensación económica que tendrá que tener el adjudicatario y ante esta
situación ni hay disciplina de voto, ni cumplimientos de acuerdos, pues la
corporación municipal piensa más en su pueblo que en lo que dice el partido y si
uno ofrece una cosa el otro ofrece más.
Si no se acepta la central
nuclear por los posibles riesgos de una fuga radioactiva y si los residuos
también tienen su riesgo, lo que verdaderamente me desconcierta es que no se
ponga ningún reparo al transporte de esos residuos y elegir una localidad u
otra no parece ser que esté supeditado a la distancia a la central.
Todos hemos conocido
accidentes de distinto tipo, transportando materias mas o menos peligrosas.
Estos materiales supongo que se transportarán dentro de pesados bloques de
cemento u otros materiales y no se harán con simples furgonetas, sino con
grandes camiones o remolques. ¿Podrán transitar por los caminos y carreteras
actuales hasta su destino? Sino existen estas
vías de comunicación se harán supongo. ¿No se tenía que haber anunciado
en la convocatoria algunas de las características que debería reunir la
localidad solicitante?
La aceptación de estos
“cementerios nucleares” es por dinero y como hemos visto en otras muchas
ocasiones el poder del mismo es inmenso. Se decidirá por una ubicación, se
transportarán y se almacenarán allí y seguiremos sin conocer el verdadero
peligro o las ventajas de la energía nuclear, porque no habrá un debate serio,
que nos lo explique.
Próximo tema: No tenemos solución