sábado, 13 de abril de 2013

A Beatriz Talegón



(Escrito el 17 febrero 2013)

Para mí, desconocida,
hasta que te oí hablar,
desde entonces me propuse
escribirte unas líneas
y mi opinión poder dar,
aunque como es natural
me podré equivocar.

Creo que fuiste sincera,
lo que pensabas, decías,
sin llegar a darte cuenta
que a los mandos te oponías.

Te quedaste muy tranquila,
pues lo pudiste decir,
algunos que allí estaban
se escucharon muchas cosas
que no querían oír.

No entendieron el mandato
que tu les quisiste dar,
que las palabras y obras
caminasen a la par.

Te dirán fuiste impulsiva
y te debes corregir,
si quieres que en el partido
haya un puesto para ti.

Aunque con otras palabras,
de una forma clara y sana,
te dirán que te acostumbres
a decir siempre: SI GUANA.

Que tengas ideas propias
puede ser muy peligroso,
y si encima las expones,
eso ya, es bochornoso.

La verdad la tienen ellos
que son personas bragadas,
tu juventud, tus ideas,
provocan sólo algaradas.

Te dirán: no te enfrentaste,
como él hizo en las Cortes
en directo, cara a cara,
y aunque nadie le entendió
te dirá que lo que dijo
fueron cosas que muy claras.

Para muchos asistentes,
lo dicho no les asusta,
pues hotel de 5 estrellas
eso es lo que les gusta.
Ellos llevan buenos coches,
ninguno es utilitario,
¿cómo te van a escuchar?
¡si no tienes ni salario!

No les vayas con chorradas,
mucho menos con sermones,
si no fueras del partido
de los hombres te oirías
¡ no me toques los cojones!

Yo te apoyo, estoy contigo,
pues mucho hay que cambiar,
y para conseguir algo
mucho tendréis que bregar.
Hay verdades como puños,
yo diría como templos,
y la primera de todas
predicar con el ejemplo.

Ya tengo 74
y hace años que no voto,
muchas cosas de las que oigo
ya caen en saco roto.
Hay cosas que no me cuadran,
y que saltan a la vista,
como negarse a viajar
en la clase de turista;
esto lo dice la derecha
y muchos más de la lista
incluyendo a muchos cargos
del Partido Socialista.

Me gustaría que sigas
con el valor que empezaste,
te juro que estaré atento
para poder escucharte.

Próximo tema: A vueltas con la productividad.


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