(Escrito el 26 de octubre de
2012)
Con la llegada de la crisis,
todos nos hacemos más observadores y mucho más críticos con todas aquellas
cosas que tienen un aspecto económico. Si los recortes afectan a un gran número
de personas, lógico es pensar que nos revelemos contra aquellas inversiones que
no sirven para nada o que estuvieron mal
enfocadas.
Cualquier tema que saquemos,
sería suficiente para dedicarle un monográfico, pero aunque lo escribiese,
¿cómo, cuándo, para qué y dónde publicarlo?. Por ello decido agruparlos y como
temo que serán muchas las cosas que me gustaría exponer le doy al título, que
será siendo el mismo, una numeración, para poder reconocerlo.
Sé que alguno dirá que no merece
la pena cabrearse, pero yo estaré mucho más tranquilo si lo escribo y lo pongo
algún día en el Blog, que si todas estas cosas
que ves, oyes o lees no dejas
constancia escrita de ellas.
Hoy comienzo con algunas de
ellas.
1ª).- Cuando se hizo en Zaragoza la reforma de la Plaza del Pilar,
se levantó un cubo de mármol (que debió ser carísimo), para señalizar el punto
donde se había encontrado en el subsuelo unas ruinas romanas. Semejante
monumento, quitó la vista de la entrada de La Seo y su fachada. Los que lo
diseñaron, aprobaron y ejecutaron, considerarían que hacían una gran obra. Para
mí: una chapuza. Ese importe ya habría que cargarlo a una de las causas de esta
crisis, el déficit que tenemos.
2ª).- Seguimos con Zaragoza. Para la Expo de 2008, se hizo el
famoso Pabellón Puente, que según oídas, su importe más o menos fue de 85
millones de euros. Pasada la Expo ¿qué utilidad tiene ese Pabellón Puente? En este mismo punto podríamos incluir La
Torre del Agua, las Tele Cabinas y otras muchas obras a las que no se les da
ninguna utilidad. ¿Acaso no se criticó lo que sucedió en Sevilla? Las grandes
mentes promueven grandes obras, que terminan por convertirse, al menos para mí,
en “grandes cagadas”. Sin este despilfarro nuestro déficit sería menor.
3ª).- En un artículo que leí hace tiempo, hacía referencia que el
cinturón que llevaba uno de nuestros primero políticos, costaba 500 euros. No
entro en si lo pagó él o se lo regalaron. Para mí es una ostentación que en
tiempo de crisis cabrea verlo. Si se dice que el político se distancia cada vez
más del ciudadano, ahí tienes una causa. Con ese precio, supongo que sería de
buena calidad y quizá se lo puso para soportar su posible crecida de barriga,
pero mira por dónde todos vimos que delante de muchos mandatarios se tuvo que
bajar los pantalones. El cinturón no le sirvió para nada.
4ª).- En estos últimos días, leo la noticia de que los señores
Diputados de Madrid comen en el restaurante del Congreso, por el módico precio de 3,55
Euros (dos platos, postre y café). Creo que se refieren también a esa
Ciudad, que debido a los recortes de las ayudas a los comedores escolares, los
alumnos que se llevan la comida en la fiambrera, tienen que pagar 3,80
euros por el uso del microondas y el uso del comedor. Si eso es así
¿creen que es improcedente que la gente se concentre alrededor del Congreso
para protestar por los recortes? Siempre se concibió que las dietas eran para
cubrir los gastos de manutención y alojamiento cuando sales fuera de la
población donde está tu puesto de trabajo habitual, pero a esos precios la
dieta, casi, casi, se le queda intacta. ¿Y quieren que los votantes y los que
no votamos nos parezca esto bien? Sin comentarios….
Próximo tema: Ampliación
No hay comentarios:
Publicar un comentario