(Escrito el 22 de agosto de 2013)
En el momento de escribir estas
reflexiones, no puedo precisar cuánto tiempo llevamos con el tema Bárcenas en
los medios de comunicación. No sé si serán ya años, pero muchos meses, seguro.
Cuando estos medios son
escritos, siempre que traen a sus páginas el tema lo acompañan de una
fotografía del mismo, pues aunque ya todo el mundo le pone cara, de esta forma
relacionas mejor la noticia con el individuo.
Lo que no me parece bien, es
cómo hacen su presentación cuando la noticia la vemos a través de la
Televisión. Su imagen podría quedar fija en el fondo de la pantalla, como en el
caso de la prensa escrita y que permaneciese mientras dura el comentario, pero
no. La televisión nos dará la noticia comentándola con más o menos amplitud y
detalle, pero lo que vemos en el fondo de la pantalla es al encausado todo
arrogante, en distintos pasajes de su actividad.
Lo vemos bajando del avión
cuando regresa de esquiar, lo vemos cuando con su arrogancia no contesta a
ningún reportero que intenta sonsacarle algo, lo vemos cuando en su coche carga
montón de cajas y maletas, cuando entra o sale de su casa, cuando se dirige a
los juzgados etc. Todas esas imágenes y muchas más las vemos seguidas mientras
dura todo el comentario. A otra hora o en otra cadena volveremos a ver lo mismo
y repetido día tras otro.
¿Qué se pretende con esto? Igual da que la noticia sea sin
transcendencia o que sea acusatoria. La
imagen es la misma. Su arrogancia ante todo. Cada cual podrá sacar las
consecuencias que quiera, pero si se habla de que puede destruir pruebas y ves
que carga en su coche maletas y cajas ¿no sería más propio haber procedido de
otra manera? Y si no se ha procedido, la sensación es la misma. Vosotros hablar
de que buscáis, que yo me lo llevo. Está mal que se ría de todos, pero que
encima te lo pase por delante de las narices y que los medios de comunicación
lo divulguen, me parece incomprensible.
Si la justicia decidió mandarlo
a la cárcel, pienso que lo más propio sería que cuando se hable de él, si la
imagen es fija que aparezca dentro o a la puerta de la cárcel y si es la imagen
móvil, que sea la que está entrando en ella. Esta es la imagen que debía de
permanecer en todas las cadenas y
siempre que hablen del tema, mientras esté encarcelado.
Estas reflexiones que hago sobre
Bárcenas podrían ser extensibles a otros casos de corrupción que están en
marcha. Cuando ves a los protagonistas, a ninguno se le aprecia síntomas de
preocupación, sino todo lo contrario. Su arrogancia es lo primero.
No sé si algún día la justicia
dictará sentencias y serán de inocentes
o culpables. Sea la que sea, a unos gustará y a otros no, pero de momento a
todos nos están vendiendo la imagen de que estas personas son: las
intocables y admiradas.
Próximo tema: Cofradías y
vecinales
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