Escrito el 22 de octubre de 2013
Acabo de leer en El Dominical de
esta semana una entrevista que le hacen a Beatriz Talegón, a la que le dediqué
unas reflexiones el pasado 17 de febrero a raíz de su
intervención en un Congreso o Jornadas del PSOE en Madrid. Me gustó lo que
decía y terminaba diciéndole que intentaría leer o escucharla cuando tuviese
ocasión.
En esta entrevista dice: “Si
el político no está bien pagado, se abre la puerta a la corrupción”.
Aunque no sé en su interior lo que quiere expresar con esa frase,
Celedonio le quiere hacer algunas reflexiones.
Tanto en política como en
cualquier otra actividad, a las personas lo mínimo que se les puede exigir es
la honradez.
En alguna ocasión he manifestado que el político tendría que tener algo de misionero,
pues intentar que la sociedad acoja sus ideas ya debe darle una satisfacción.
Pero por lo visto, al político eso de las ideas le debe traer sin cuidado, pues
como también recordaba en este Blog en una anécdota electoral, también sé de
uno que decía: “ Como salga elegido, me voy a hacer un chalet….”
Meterse en Política es una cosa
voluntaria y no una necesidad, por lo que antes de apuntarse tendría que pensar
por qué se mete. Si cree que se cobra poco, eso ya lo sabía antes, por lo que
nadie le ha engañado. Si por lo que entra es por medrar, mangonear, etc sería
preferible que no lo hiciese, pues la primera condición que es la de la “honradez”
él ya no la tiene.
Si la corrupción se debe a que
no está contento con lo que le dan y quiere más, también podría fijarse en
otros sectores. ¿Acaso se cree que todos los pastores asalariados que van todo
el día con el ganado están contentos con sus retribuciones y medio de vida?
Estoy seguro que no, pero a ninguno se le pasa por la cabeza, que como él
considera que se merece más, se vaya vendiendo corderos u ovejas sin saberlo el
dueño. El pastor es persona honrada y mientras no encuentre otra cosa mejor
aguantará. Si ese político tuviese que terminar siendo pastor asalariado,
¡pobre rebaño! Me parece que pocas ovejas parirían a dos, pues ya se encargaría
él de venderse por lo menos uno de los corderos.
Se cansa uno ya de tanta queja
de los políticos y mucho más de sus retribuciones. Durante mi vida laboral he
tenido que viajar y siempre busqué el menú del día por dónde iba. Nunca
encontré a políticos por esos comedores, pues los señores políticos tienen que
comer a la carta, en sitios de mayor categoría y desde luego la mayor parte de
las veces tirando de VISA cuyos gastos no van a su libreta de ahorros. Tampoco
me encontré a ninguno en el mismo vagón del tren. Yo siempre fui en clase
turista y ellos siempre fueron en preferente.
Sentiría que Beatriz Talegón, se
vaya distanciando de aquellos principios que en la Reunión de Madrid, creímos
transmitía. Espero no sea así. Dado que tiene medios para conocer la situación
real de nuestro país, aunque parece ser que vive fuera de él, le recuerdo que
muchas veces, medio en broma, medio en serio muchos pensamos que la solución
está en que desapareciese todo lo que hay, para volver a empezar de nuevo, aun
corriendo el riesgo de ese refrán tan conocido que dice: “malos son, peores vendrán”.
Al decir todo lo que hay, hay que pensar que lo primero que habría que cambiar,
son
todos los que nos dirigen.
Próximo tema: Por una sardina…se
escachó un burro
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