domingo, 5 de abril de 2015

Los políticos y sus bienes



(Escrito el 15 de octubre 2014)
Desde hace algún tiempo y por parte de ciertos políticos parece que hay un gran interés en que los ciudadanos conozcamos los bienes que poseen los que nos representan. Todo esto está muy bien, pero tampoco es una medida para echar las campanas a vuelo. Esas declaraciones  tienen que traer consigo otras decisiones.

Yo, una vez más, tengo que decir que no debía haber personas que vivan toda su vida sólo de la política. Querer permanecer en ella, les llevará a tomar decisiones  que el único fin será agarrase al sillón. Antes de entrar en política, uno tiene que forjarse su plan de vida y si siente la vocación de político, acceder desde su puesto y su formación. Cuando las urnas, su situación o su vocación le desplacen, no tiene que intentar sobrevivir a base de los Presupuestos Generales del Estado o del Partido, él debe regresar a lo que antes fue.

La declaración de bienes tendría que hacerse cuando uno ingresa en la política y si se hace ahora, aunque no pueda llegar a ser exacta, tendría que hacer una declaración complementaria de lo que tenía cuando accedió a ella. De esta manera se sabría su variación patrimonial cual ha sido y el pueblo podría echarse sus cálculos.

A veces generalizamos una situación o comportamiento, cuando no se debería hacer, pues no se puede medir a todos por el mismo rasero. Lo hemos visto con el famoso caso de las tarjetas. No fueron todos, pues  hubo unos pocos que ni la usaron. ¿Pensamos que los ricos son honrados? Nos han demostrado que no, pues los que mayor nómina tenían, no fueron los que menos gastos hicieron. ¿Fueron los de Partidos de izquierda, los sindicalistas, etc. los que más ejemplo dieron? Tampoco.

A lo largo de los años, hemos visto como muchos se han enriquecido dentro de la política. Algunos descaradamente y eso ha traído consigo que generalicemos, ya que como por todos sitios salen corruptos, llegamos a pensar que todos los políticos lo son.

En los pueblos, a los que se presentan, los votantes los conocen y más que siglas de partido se vota a la persona, pero ¿y en las ciudades? Mientras las votaciones tengan que ser con listas cerradas, los  Partidos son los que verdaderamente deberían tener presente el valor Patrimonial de cada uno que ponen en la lista. Resulta muy sospechoso que gente que esté bien situada, se presente a político, cuando nunca se le vio ninguna inclinación vocacional de servicio hacia los demás. ¿Es bueno porque tiene poco Patrimonio? A lo mejor su objetivo es el formarlo.

Si las listas fuesen abiertas, pienso que la honestidad mejoraría, ya que antes de votar a uno, siempre hay alguna información para poder relacionarlo y saber algo quién es. Pero en esta situación, ¿quién ha elegido al que decide quién son los elegidos? ¿El Partido? ¿Y quién mueve el Partido?

Pronto empezaremos a ver listas de candidatos y según del Partido que sea, su Patrimonio. Como la lista será cerrada, el Partido pondrá en cabeza al que le interese y aunque conozcamos su Patrimonio ¿qué puedes hacer? Como siempre: ajo y agua.

Próximo tema: A Cañete le dan caña


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