(Escrito el 14 de diciembre de 2015)
En estos días que
estamos
lo vemos ya muy
normal,
que si abres el
buzón
encontremos
propaganda
sobre el tema
electoral.
Primero son las
tarjetas
de dónde ir a
votar
y todo está
preparado,
luego te mandan
dos sobres
el blanco para las
Cortes,
el sepia para el
Senado.
A mi nombre llega
un sobre,
otro más, a mi señora,
el de
Pedro fue el primero
luego llega el de Mariano
que tampoco se
demora.
Y así pasando los
días
se va llenando el
buzón,
si tardas un par
de días
papeles hay ¡un
montón!
y a veces me
pregunto:
¿tienen ellos la
razón?
Al no vivir en
Madrid,
ni a Pedro,
ni a Mariano,
les voy a poder
votar,
entonces ¿por qué
no escribe
el que vive en mi
ciudad?
Si quieren que yo les vote
¿por qué no
escriben la carta
los que en esa
lista van?
¿O acaso no se
creen
lo que escrito
allí está?
Me gustaría que
estos
fueran los que den
la cara,
pues de los que
están muy lejos,
me fío, muy poco o
nada.
Sin embargo al de
la lista
que lo vería en la
calle
le diría
entusiasmado:
si tú no cumples
lo dicho
me tendrás
decepcionado,
y por ello a otra
vez
el voto te habré
cambiado.
Próximo tema: Las Subcontratas
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