(Escrito el 6 de mayo 2016)
Posiblemente, la especie humana
sea portadora entre sus genes, de alguno
relacionado con la ostentación, pues en todas las épocas ha debido de existir.
En unos casos porque los hemos conocido
y en otros por lo que nos han legado.
Muchas capillas de las
Catedrales y de Iglesias, nos dicen que fueron construidas y pagadas por
determinadas familias, a condición de que a su muerte se les enterrase allí. Al
resto de los mortales, cuando se enterraban en la Iglesia, lo hacían en el
suelo de la misma sin distinción ninguna. Lo de las Capillas bien podríamos
llamarlo ya ostentación.
Conocemos el lujo que hay,
cuando visitamos ciertos Palacios, dónde vivió la Nobleza o simplemente en sus
fincas de recreo, de vacaciones, etc. La ostentación puede llegar a casos
insospechados. Pero esta ostentación, ya
no solamente la encontramos entre esa clase que era privilegiada ya desde su
nacimiento, sino que aunque sea a nivel inferior en todo aquel que dispone de
medios para poder hacerse destacar.
Antes se incluía entre estos:
los que se decía “habían hecho las Américas”, los que “tuvieron mucha suerte en los
negocios”, los que “dieron el braguetazo”, etc. Hoy en
día incluiríamos “los nuevos ricos”, “los del pelotazo”, “los corruptos”, etc.
Cuando en el cine, sale este
tipo de ostentación, decimos tranquilamente que la película estaba muy bien
ambientada. Damos ya por hecho que de siempre ha habido gente muy rica, que
vivía muy bien, etc y hasta aceptamos que la esclavitud era una cosa de lo más
normal y lógica. Hay expresiones que damos ya como normales cuando decimos: un
antepasado de fulano que se fue a
América, ya tenía negros…..
Si todo esto lo aceptamos sin
más y esa ostentación la consideramos lógica ¿Tiene alguna razón la lucha de
clases?
Celedonio, cuando ve y ha visto esta ostentación reflexiona. Si los
signos de ostentación los lleva a cabo un particular, no le podemos decir nada.
Suyos son sus dineros y si los ganó legalmente, cada uno se los pueda gastar en
lo que quiera. Otras veces podría ser esta ostentación la punta del iceberg,
para empezar a investigar si todo eso es legal, pero creo entender que en
nuestra sociedad no se contempla esa investigación por los signos externos de
riqueza.
Caso diferente es cuando esa
ostentación o signos externos de riqueza, se dan en lugares que fueron
costeados por el erario público. Ante eso Celedonio
se pregunta: ¿no había en esos momentos otros centros de interés más
necesitados? Con todo ese derroche de dinero que costó ¿no se podían haber
socorrido otras necesidades?
En alguna otra reflexión
semanal, Celedonio se preguntaba. ¿No
podría haber habido junto a cada Iglesia
una Escuela, y junto a cada Catedral una Universidad? Las Residencias, las fincas de veraneo de los
Monarcas ¿no podían haber sido menos suntuosas? Pienso que con el total del
presupuesto, sino hubiese habido ostentación, para más cosas podía haber
llegado y alguna necesidad que otra se podría haber cubierto.
Lo más triste de todo es que
conociendo todo eso, me parece que no hemos aprendido nada.
Próximo tema: El pinchazo de Podemos
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