(Escrito el 15 de octubre 2016)
Por más de seguir el tema
político revuelto, Celedonio, desde
mediados de agosto no reflexiona sobre él. En estas
fechas, todavía le queda por publicar temas escritos entonces. Sus reflexiones
ya las hizo.
Hace algún tiempo, recuerda que
una mañana escuchaba la radio mientras conducía y el locutor daba la oportunidad a que los oyentes
pudiesen expresar sus opiniones en esa emisora. Los temas escuchados fueron de
los más variados y variopintos. Uno
expuso: vista la honradez política que hay en algunos países del
norte de Europa, nuestro problema se resolvería, trayendo de esos países 8 ó 10
ciudadanos, ponerlos al frente de nuestro país y darles carta abierta. ¡Podría
ser una solución! ¿Y por qué no?
A estas alturas, seguimos con
los mismos problemas pero siendo cada vez mayores. Nadie quiere que haya nuevas
elecciones, no hay que apoyar a gobernar al PP y nadie da un paso al frente por
si hay posibilidad de que haya otro candidato. Ante esta situación la reflexión
de Celedonio de hoy la titula “Como
el perro del hortelano”. Ni come, ni deja comer.
Y no es que la cosa siga sin
tener visos de solución, sino que para dar más estabilidad, aparecen
declaraciones que en lugar de ir encaminadas a dar soluciones, se dirigen a
encabronar más la situación. Tanto en los Ayuntamientos como en la Comunidades
Autonómicas tras las elecciones correspondientes, se llegaron a formar
Gobiernos más o menos estables, que funcionan como pueden e intentan sacar
adelante cada uno sus problemas. Para ayudar a resolver la inestabilidad
existente, en lugar de arrimar el hombro para buscar soluciones, seguimos como
los críos: si tú haces esto….yo no te ajunto en… Si
una vez acordamos…. como hagas lo otro…. no te
lo consentiré….
Pero ¿qué tendrá que ver una
cosa con otra? Cuando se formalizaron esos acuerdos se dio a entender que
aunque difíciles y algunas veces inexplicables, eran sensatos y mientras no
variasen las composiciones de las fuerzas políticas esa era la mejor solución
posible y por eso se aprobaron. Los ciudadanos quieras que no, unos las
aceptaron y otros se las tragaron. A lo hecho, pecho.
Ponerse de acuerdo no es fácil,
pero si ni se intenta, imposible. El ciudadano que exponía en la radio, que la
solución era traer 8 ó 10 personas de fuera, quizá fuera por buen camino, pero
visto lo visto serían muy pocos….
No sé lo qué dirán de nosotros
por esos mundos de Dios, pero creo que en los
programas de opinión que hagan en sus distintos medios de comunicación
no quedaremos muy bien parados.
En una de las reflexiones ya
publicadas, Celedonio, comentaba cómo
un locutor de la TV le preguntaba a un aspirante a la Moncloa: cíteme un país
en el mundo, que esté gobernado por el programa que Vd. propone. No hubo
respuesta. Aunque en los ejercicios escritos siempre fue mal visto y castigado copiar,
en política pienso que no sería malo imitar. Quizá lo más importante sea
conocer con nuestras posibilidades dónde queremos llegar, para estudiar la
forma de conseguirlo.
Próximo tema: Cuando los años ya pesan (01)
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