(Escrito el 10 de marzo 2017)
Creo que se le atribuye a Churchill
la siguiente reflexión: “La democracia es la peor forma de gobierno
que existe, si exceptuamos todas las restantes”. Siendo así, parece
lógico defender las democracias.
Si a la democracia se accede,
después de algún otro sistema de Gobierno, parece lógico que la ciudadanía
debería estar contenta con ella, no por alcanzar lo que decía Churchill, sino
porque ve que las actuaciones diarias
son mejores.
En una democracia nueva, se
admiten pocas comparaciones. Si citas algo del pasado, enseguida te encasillan
como defensor de aquel sistema y por lo tanto estás navegando a
contracorriente. Lo mejor es callar, observar, tomar nota y reflexionar.
Algunos piensan, que para
fortalecer la democracia, lo primero que hay que hacer es que desaparezca todo que recuerde lo anterior. Si la gente no
lo ve, no tendrá ocasión de recordarlo. Hay que eliminar las figuras, nombres,
etc. Cuando nada haya, ya no pensará en ello y la democracia estará totalmente
asentada y habrá sido aceptada.
Pensando esto, me atrevo a
ponerle el título a esta reflexión: “Democracia con calzador”. A Celedonio le gustaría que la democracia,
como otros muchos cambios, sean aceptados por convencimiento y la gente se
sentiría orgullosa de haberlo conseguido.
Por las características del ser
humano, es normal que la corrupción siempre haya existido. En sistemas no
democráticos, no se conocen, pues al no haber libertad de medios de
comunicación, no se dan a conocer y todo está controlado. En otros tiempos a
estos les hubiésemos llamado caciques. Con la democracia ¿cómo
llamaríamos a todos estos sinvergüenzas que nos han aparecido? Antes
quedaban impunes y ahora no se les castiga. ¿Qué ejemplo da la democracia en este
sentido?
En otros tiempos, intentaron
remediar en parte la sequedad de España. La puesta en riego de muchas zonas,
contribuiría a ello. Con la democracia, antes de eso hay que ver el impacto
ambiental. En otros tiempos, hubo grandes fincas que se expropiaron, se
hicieron nuevos pueblos y se asentaron familias. Hoy con la democracia las
ayudas de la PAC se cobran por superficie. El que más tiene más cobra.
Antes a las 10 de la noche los
jóvenes tenían que estar en casa. Ahora, todavía no es hora de salir.
En otros tiempos, a los presos
que nunca debieron estar en la cárcel por ideas políticas, se les obligó a
hacer grandes obras. Hoy no se les obliga a hacer nada para la sociedad. Sin
embargo nos dicen que hay cárceles con piscinas climatizadas, cubiertas de
madera traídas de Australia, etc.
¿De verdad que la democracia nos
está dando ejemplos para sentirnos orgullosos de ella? ¿Nos la están metiendo con calzador?
Próximo tema: ¡ A declarar…..Don. Mariano!
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