viernes, 15 de septiembre de 2017

Pensando con frialdad



(Escrito el 30 de mayo 2017)
A Celedonio, le gustaría escribir la reflexión de hoy, con toda la frialdad posible, o si preferís mejor con toda la seriedad. En principio pensé en darle la forma de seudo-poema, pero no sería capaz de expresar mis sentimientos teniendo que buscarles cierta rima. El tema no es nuevo y algunas veces ya lo ha tocado de pasada.

Desde siempre y no sólo en España, el futbol y sobretodo determinados partidos se han convertido en verdaderas batallas campales y si no han llegado a más es porque la policía ha tenido que hacer despliegues pocas veces vistos. Si un partido de fútbol es una competición deportiva y como todas las competiciones se sabe de antemano que la mayor parte de las veces  uno tendrá que  ganar y el otro perder (se puede empatar), ¿qué motiva ese furor? ¿a eso se llama afición? ¿por qué tiene que intervenir la Policía?

Yo pienso que la Policía está y debe estar para otras cosas, pero no para poner paz en un jaleo anunciado. Si la rivalidad es tal que los asistentes llegan a las manos, los palos, etc. dejémosles que se maten si quieren. Es su problema. Si no saben comportarse como ciudadanos tratémosles como lo que representan: fieras, animales, etc. y si se matan, que se maten. Ellos se lo han buscado.

¿Qué hacer ante estas situaciones? Celedonio piensa, que la policía es indispensable, no ya por las agresiones que puede haber entre ellos, sino porque su furia se desencadene contra otros: mobiliario público, establecimientos, etc y los dejen destrozados. Si ese es el temor, la solución es fácil. Días antes de la competición, los Clubs tendrían que depositar una cuantiosa fianza en el juzgado o dónde corresponda y caso de haber daños a terceros , esa fianza tendría que servir para sufragar los gastos.

¿Y las contusiones que pueda haber? También tendrán que presentar un seguro o que se las arreglen como quieran, pero los Servicios Públicos de Sanidad no deben de estar para atender las contusiones que pueda haber allí. Están para prestar otro tipo de servicios.

La verdad es que en algunas situaciones, el deporte se ha llevado a una serie de barbarie tal, que tendrían que calificarlo de otra manera. Qué lejos están esas actuaciones a las que Celedonio recuerda, de la liguilla que se hacía entre los Veteranos de pueblos limítrofes y el Equipo Anfitrión invitaba a almorzar al Equipo de Fuera. Eso era deporte y amistad. Jugar, hacer ejercicio y sin percibir un duro, al contrario costándote dinero.

A los Policías, a lo mejor les gustaría tener la tarde libre para poder ver ese partido o hacer otras cosas. Si son horas extraordinarias, nuestros impuestos tampoco deben destinarse a esos conceptos. Si siempre se dice que el que la hace la paga, ahora es la ocasión de aplicarlo. Si son los seguidores de los Clubs los alborotadores y los que crean el problema, que los Clubs, tengan su propio sistema de seguridad, que lo paguen y que apechuguen con las consecuencias. Que la Policía Nacional, Autonómica o Local tenga que ser la que los controle, yo pienso que no debería ser así.

No sé si he sido capaz de escribir con la frialdad que se merece el tema, pero supongo que se me habrá entendido.


Próximo tema: Cuando los años ya pesan (02)

1 comentario: