(Escrito el 4 de enero 2017)
La vida es tan compleja,
que nunca terminarás sabiendo por dónde
van a venir los tiros.
A lo largo de nuestras vidas, se
hicieron planteamientos que pensábamos que eran lógicos y como los veías tan
claros, mucha gente se subió al carro o cogió el tren que vio que pasaba. Nos
habían hablado de la depresión del año 29, pero como dice el refrán que
“el
gato escaldado del agua fría huye”, creíamos que ya no se repetiría
nada parecido. ¡Para aprender, perder!
Era otro dicho.
En España, adquirir una vivienda
en propiedad, se daba por hecho que era lo más rentable y lo mejor y con este
planteamiento el que más y el que menos con arreglo a sus posibilidades, se fue
haciendo con la suya. Si pudo una segunda vivienda en la playa, montaña, etc
adelante. El ladrillo siempre se revalorizaba.
Junto a este convencimiento
inversor, también estaba el que si podías, debías ahorrar y guardar algo para
cuando fueses mayor. Los intereses que te produjesen ese pequeño capital que
con sacrificios podías llegar a reunir, te ayudarían a complementar la pensión
que te quedase después de tu vida laboral.
Por otra parte, vivimos una gran
parte de nuestra vida en una Dictadura, que según algunos es lo peor que te
puede tocar. Con estos planteamientos, trabajaste todo lo que pudiste, te privaste de muchas cosas y cuando
los años….ya
pesan viene el tiempo de reflexionar.
Sin hacer comparaciones, vivimos
años de auténtica alegría y en los que se pensaba, que aquellos que vivieron la
depresión del año 29, no debían de saber lo que hacían, pues el progreso era
lo que estaba ocurriendo en nuestra sociedad. ¡Ancha es Castilla! Es
una frase que le podría ir bien a aquellos tiempos. Yo no conocí lo que pasó en
el año
29, pero veo algunas cosas de las que están ocurriendo aquí.
Tenemos inmensas urbanizaciones
que ni se terminaron, ni se terminarán y otros trazados que no se empezaron, ni
se empezarán. Las transacciones que hay son muy escasas y las que hay ¿a qué
precios? ¿Te podías imaginar esto hace 10-15-20 años?
En estas transacciones o ante
cambios de titularidad, hay que pagar un porcentaje del valor que se le había
fijado. ¿Es justo pagar un porcentaje de algo que no lo vale?
Los intereses que ofrecen los
Bancos por guardarte el capital es cero. ¿A qué ha llegado el que con
sacrificios fue ahorrando para ayudar a su vejez? ¿con qué se encuentra?
Ahorrar es un lujo. Lo que hay que intentar es poder pasar el mes. En la
reflexión que Celedonio hacía el 3 de
mayo de 2012 se preguntaba: ¿volverá la exclavitud? De alguna forma le parece que estamos
entrando en ella.
La economía del mundo la han
movido personas que saben muchos idiomas, tienen muchos estudios, hicieron
montón de Masters, etc. ¿Qué han conseguido? Celedonio piensa que en muchas ocasiones el hombre de la boina, lo hubiese
hecho mejor.
Próximo tema: Esto tiene que cambiar
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