(Escrito el 22 de mayo 2018)
Ayer 21 de mayo, el Huesca
aseguró su ascenso a Primera División. Celedonio,
como ha dicho en alguna de sus reflexiones no es entusiasta del fútbol ni mucho
menos, aunque hubo un tiempo que le gustó lo que veía.
Desde 1967 a 1971, vivió en
Almudévar y admiró cómo jugaban aquellos jóvenes y no tan jóvenes de la
localidad. Recuerda que casi siempre estuvieron en Primera Regional o en
Preferente. El mayor problema que tenía el Entrenador y el Presidente, es que
todos los domingos querían jugar por lo menos 18 y sólo era posible que jugasen
11. En una ocasión, al preguntarle quién iba a jugar, uno que tendría por lo
menos 28 años dijo: yo. La contestación fue: si tú con 28 años juegas cuándo
van a jugar los de 18 años. Pues medio tiempo. Por no discutir, así se zanjó la
cuestión.
A lo largo de esos años nunca oí
hablar de lesiones, ni bajas, aunque algunos de los jugadores los veías con una
rodillera, una venda en la pierna etc. Su ilusión era jugar al fútbol, en aquel
campo de tierra. La víspera de las fiestas patronales, eran jóvenes y
trasnochaban como todos, pero al día siguiente cuando venía a jugar en amistoso
el Aragón, el Almudévar le plantaba cara
serenamente.
Cuando jugaban fuera, recuerdo
ver salir de la plaza el autobús en el que viajaban y ellos tan contentos con
su bocadillo y la bota. Era lo que había. A media tarde ya oías que habían
llamado y que por lo menos habían empatado. Eso te contagiaba, veías que
practicaban un deporte y que su ilusión era jugar. No se comprendía cómo
jugadores de categorías muy superiores se resentían el miércoles si habían
jugado el domingo y estos tras el duro partido del domingo el lunes tenían que
enganchar pronto en los trabajos más variados. Esa afición era contagiosa, pues
recuerdo a mujeres llevarse en el invierno la bolsa de agua caliente bajo el
abrigo, para calentarse las manos y aplaudir a los suyos. Algunos de ellos
pensaban en llegar a jugar en otros equipos, como fueron Encontra, Planas, etc
que jugaron en el Zaragoza.
Pasadas esas fechas, me fui a
vivir a otra parte y aunque al principio pensé encontrar un ambiente como el
que había visto, no conseguí verlo si exceptúo a los equipos de veteranos que
jugaban su liguilla en distintos pueblos y el equipo anfitrión preparaba
almuerzo para todos. Incluso conocí jugar al mismo equipo un partido por la
mañana y otro por la tarde en otra localidad.
Nada que he visto después del
fútbol me ha apasionado. Los jugadores han pasado a ser ciudadanos de élite,
intocables, muy bien pagadas y muy sensibles al mínimo esfuerzo. La ilusión de
los jóvenes por llegar a ser jugadores en el equipo de cabeza de su Comunidad
creo que ha desaparecido, ya que mejor que tú habrá un extranjero al que
ficharán.
Durante esta temporada, me he
alegrado de los triunfos del Huesca, de su clasificación y de la victoria
conseguida ayer. Un equipo modesto, sin
grandes inversiones y creo que sin deudas, sube a lo más alto. A veces pensé,
que si no le interesaría subir, por los cambios que tendrá que afrontar. Creo
haber oído que el Almudévar es un poco el filial del Huesca. Si es así y los
genes perduran, espero que la próxima temporada, a las grandes figuras les haga
al menos sudar la camiseta.
Desde mi humilde opinión AUPA el HUESCA. Y este invierno
cuando haga frío, la bota del agua caliente bajo el abrigo Celedonio ya la vio a finales de los años 60.
Próximo tema: Corrimientos, derrumbes.
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