(Escrito el 2 de julio 2016)
En la semana 113
de este Blog, (28 de mayo de 2011), Celedonio
titulaba a la reflexión de ese día: Patronal y trabajador. Comentaba, la
experiencia vivida por él en la primera empresa que trabajó en 1962, 1963 y
1964 (puede buscarla en el Blog o se la puede solicitar).
Aunque siempre trabajó como
asalariado, nunca se leyó ni el Estatuto de los Trabajadores, ni la legislación
que había sobre los derechos del trabajador. Daba por hecho que la empresa
cumplía con lo legislado, aunque en ocasiones también tuvo sus dudas.
Gobierne quien gobierne y mande
quien mande, sí que podemos decir que para que el mundo funcione, siempre nos
vamos a encontrar con empresas de distinto tamaño y trabajadores que prestan en
ellas sus servicios. Conseguir la máxima armonía entre ambas partes sería el
principal objetivo.
El empresario, siempre va a
desear, encontrar las mejores personas que se adapten al trabajo que tienen que
realizar y el trabajador la empresa en la que esté satisfecho. Ni a la empresa
le gusta cambiar de trabajadores, ni al trabajador de empresa. Lo que hace
falta para ello es entenderse.
Si bien el empresario es el que
pone el capital y asume el riesgo, también debe comprender que el trabajador es
parte de la cadena productiva y por tanto habría que integrarlo en la misma.
Por ejemplo: un buen pastor, no es sólo el que abre y cierra la puerta del
aprisco y saca a pasar a las ovejas. Además de esos menesteres tiene que estar
vigilante de las pariciones, que haya la menor mortandad posible en los
corderos y que al destete lleguen el mayor número de corderos posible. Cuando
hay muchos partos dobles y a veces triple, el pastor tiene que poner mayor
interés.
¿No sería comprensible que este
pastor, una parte del salario, tuviese relación, por ejemplo con el número de
corderos destetados? El dueño del rebaño, bien sabe lo que puede suponer esta
atención que hay que poner.
El ejemplo de esta situación
podría aplicarse a otras muchas empresas con trabajos distintos, sobre todos en
aquellas que el número de trabajadores no es muy alto. Es lo que muchos
empresarios llaman “prima a la productividad”.
Con estos planteamientos, la relación
empresario-trabajador, sería mucho mejor.
Supongo que este tipo de
contrato en muchas empresas existe desde hace
tiempo y conocen los resultados. Lo que no sabe Celedonio, si en las Reformas Laborales que se plantean sucesivamente se plantea este tema. Lo que
más se oye en la calle es el nº de días que le corresponde por año trabajado en
caso de despido, cuando lo ideal sería estudiar la forma de que no haya
despidos.
Próximo tema: ¿Habrá más paro en mayo?
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