(Escrito
el 29 septiembre 2022)
La forma de
gobernar una Comunidad supongo que podrá ser muy variada, pero si nos atenemos
a lo más simple, lo generalmente conocido y últimamente visto podríamos decir
que hay dos: Dictadura y Democracia.
En la Dictadura, el Dictador es el que tiene
la última palabra en todas las decisiones que hay que tomar. Es el que manda y
al que hay que obedecer. Nadie puede salirse de su camino trazado. En la
Dictadura no existen Partidos Políticos. Es un pensamiento único. La
Democracia, se organiza a través de los Partidos Políticos y de acuerdo a las
mayorías obtenidas en las elecciones son los que tienen que gobernar y mandar.
Si sacaron la mayoría, se dice que la mayoría de la población es lo que quería.
¿Guarda
relación esto con la realidad de lo que vemos? Celedonio siempre pensó, que
cuando se forma un Partido Político por una serie de personas, aunque uno sea
el protagonista, lo primero que deberían de hacer es ir plasmando en un manual,
las soluciones que dan ellos a los distintos problemas que la Sociedad tiene
planteados. De esta forma todos conocerían la misma respuesta para los mismos
problemas.
A medida que
el grupo va aumentando, también hay que escuchar las ideas que aporta la gente
nueva. Si hay democracia también habrá que escucharlos y si hay que aceptarlo
habrá que incluirlo en las notas, escritos, apuntes, folletos o Biblia que
tenían escrita ya los anteriores. Con el paso del tiempo, el volumen que irá
aumentando de grosor también irá plasmando lo que se podría llamar la ideología
y programa del Partido.
Como ya son
muchos hay que organizarse. Entre todos elegirán una Junta, Comité o como
quieras llamarlo para que se puedan reunir e ir tratando de los temas que
tendrán que ver a diario. Entre los de esa Junta o Comité habrá que nombrar a
un representante o portavoz, que exprese la voz del Partido. Es lo que vienen
llamando Presidente del Partido. Desde este momento vienen las reflexiones.
Este
Presidente, en vez de comportarse como portavoz del Partido, se convierte en el
amo y señor del mismo. Nadie puede hacerle sombra, ni nadie se puede atrever a
dar su opinión sin su consentimiento. Si estuviesen escritos esos pensamientos
cualquiera podría expresarlos sino se sale del papel. Todos dirían lo mismo
aunque cada uno lo expresase a su forma. En vez de ser el portavoz de los
afiliados y simpatizantes se convierte en el Dictador. ¿Quién se atreve a
contradecirle?
Cuando entre
esa Junta o Comité se elige al que los va a representar, los que no obtienen el
puesto, no pasan a ser colaboradores del elegido. Se convierten para el elegido
sus enemigos personales y a los que hay que desplazar. Como se suele decir a
esos “ni agua”.
Nadie se atreve
a hacer declaraciones sobre cosas importantes. El que preside el Partido es el
único autorizado. De esta forma al llegar las elecciones él elige su equipo. Si
son de los que no le pueden hacer sombra mejor. Así le estarán siempre
agradecidos y por lo tanto callados. No puede ser que el Partido sea defendido
por una sola persona. ¿Por qué en campaña los mitines no los da cualquiera que
va en la lista? ¿No está preparado?
Con este
planteamiento no se puede ir a listas abiertas en las elecciones, como creo que
sería lo democrático. ¿Qué pasaría si los votantes no aceptasen al primero de
la lista? ¿Han pensado en quién sería el número dos? Que en Democracia el que
preside el Partido se convierta en el Dictador del mismo no es muy
comprensible.
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