sábado, 10 de noviembre de 2012

Erase una vez......



Escrito el 14 de julio 2012)

Erase una vez….. Así podría haberse iniciado la narración que el abuelo le estaba contando al nieto en el porche de la casa, mientras esperaban les llamasen anunciando que la comida estaba ya preparada.

Erase una nación de unos 500.000 kilómetros cuadrados más o menos, con la mayor parte de su perímetro dando al mar y el resto altas montañas que la separaban del continente. Cuentan, que sus primeros habitantes vivían en los terrenos montañosos y habitaban las cuevas para cobijarse de los agentes climatológicos adversos y defenderse de las fieras. Pronto la descubrieron otros pueblos que exploraban por tierra y mar nuevos horizontes. Allí llegaron los fenicios, cartagineses, romanos, musulmanes, celtas, iberos, etc. Unos se fueron pronto, a otros los echaron y los que se quedaron por mucho tiempo los expulsaron…..

Dividido estuvo el país en distintos Reinos desde el principio, y en distintos Reinos se repartió el territorio entre los que estuvieron ocupándolo muchos siglos. Al final, llegó un matrimonio que reinaba y dijo: se acabó. Aquí todos somos unos y los que mandamos somos nosotros, y así será por los siglos de los siglos.

A trancas y barrancas este país sobrevivió más o menos unido, tuvo sus expansiones y retrocesos y la sucesión en el mando fue tan variada y con tantos avatares que uno se pregunta: ¿Cómo pudimos llegar hasta aquí? Pues llegamos y era ya casi la mitad del siglo XX cuando se enfrascó en una guerra civil y al final el bando vencedor puso sus condiciones y disciplina. Había vencedores y vencidos. Buenos y malos. Rojos y azules. Cuando se terminó pasamos a lo que se llamó democracia, que es lo que dicen que hay ahora.

De siempre hubo ricos y pobres, patronos y obreros, señores y siervos o esclavos. Con la democracia prometían que estas diferencias serían mucho menor en todos los aspectos de la vida. Con el deseo de conseguirlo hasta nos lo creímos. Con la democracia, ocuparon el poder unas veces los del bando vencedor y otras veces los vencidos. Al final la diferencia poco se notó.

Apareció una nueva clase social, que se llamó políticos y esos no resolvieron nada, ni de lo esperado por los de abajo, ni de lo prometido por los que mandaron. Estos sólo tuvieron una obsesión: no apearse del carro. Una vez arriba, hay que mirar de no bajar. Cuando algo se hacía mal, en lugar de corregirlo te decían que peor lo hicieron los otros y como unos encubrían a otros, nadie se atrevía a tirar de la manta, o de la hebra del ovillo.

Desde hace siglos existían los prestamistas, los usureros, etc. Ahora tienen nombres mucho más refinados, pero te ahogan igual que lo hicieron siempre. Al pobre lo encarcelan, pero al verdadero estafador se le ayuda, se le protege y para que su delito no se sepa, prescribe. Y así de aquella nación que un día fue grande, ahora está partida como hace siglos se partió en Reinos Tayfas.

Esas mentes tan privilegiadas, esas personas tan listas y tan honradas nos han llevado a una situación que tenemos estar vigilados y tutelados por gentes extrañas, porque los que han pasado por el poder nos han llevado a la ruina.

¡ Venga, a comer, que la mesa está puesta !  El abuelo terminó la narración, entraron a la casa y se sentaron a la mesa. El nieto está pensativo y al fin preguntó: abuelo, ¿también le contó este cuento a mi padre? Pues sobre todo la última parte, él también se la sabe. Perdona, pero de lo que hablaba antes, no era ningún cuento. Son cosas que recordaba….

Próximo tema: Fraude Electoral

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