(Escrito el 20 de septiembre de
2012)
Parece ser que la Democracia es
tan valorada, por la participación del ciudadano en la toma de las decisiones,
a través de los que salen elegidos en las elecciones.
A primera vista parece que el
sistema brilla por su transparencia, honradez y participación del pueblo, pero
veamos:
a).- Cuando llegan las
elecciones, el votante, tiene que elegir entre unas listas cerradas que le
presentan los distintos partidos. El, nunca participó en su elección. Lo que
verdaderamente representa esa lista, es la afinidad con el que la encabeza, es
decir los amiguetes del dirigente. ¿Y quién es el que encabeza la lista?
El amiguete del que está a nivel superior. Así sucesivamente. El votante muchas
veces, no apoya una lista por convencimiento. Vota a un partido, por quitarle
votos a otro.
b).- Cada partido, debería
explicar su programa y muchas veces, en lugar de ser así, se pasa la campaña
criticando al contrario, por lo que no sabes lo que verdaderamente defiende.
c).- Según los resultados de
las urnas, el partido al que votaste, se une con otro al que siempre estuvo
criticando y si está en minoría tragará el programa del mayoritario sin
rechistar.
d).- La ley electoral le
concede un mandato de cuatro años, en los cuales él aplicará su programa, pero
según sea el panorama, el programa que aplica es otro muy distinto y sus
votantes no pueden decirle que rectifique. El partido ganador y ante los medios
de comunicación tendrá mil razonamientos para defenderse.
e).- Si establecido en el Gobierno,
al poco tiempo hay unas circunstancias que no le favorecen, antes de arrojar la
toalla y para no caer en el ridículo o si en ese momento puede incrementar su
número de votos, entonces adelanta las elecciones. ¿Por qué ese adelanto? ¿Por mejorar al ciudadano? No; el adelanto se
hace por sacarle rédito a las mismas al partido y por lo tanto al que en ese
momento está mandando.
No conozco los sistemas
electorales de otras naciones. El que más me viene al pensamiento es el de de
los Norteamericanos. Sé que no favorece a los partidos minoritarios, que habrá
muchas cosas sucias quizá por medio, etc. pero dan a todo el mundo una
seriedad.
Se sabe que cada 4 años, un día
de una semana fija del mes de noviembre habrá elecciones y pase lo que pase,
así ha sido desde hace muchísimos años. Hemos conocido dimitir un Presidente,
morir asesinado otro, etc. y por ello la fecha electoral ha permanecido
invariable. Los partidos saben que tienen que elegir a su representante, que
empiezan siendo muchos y terminan por proponer a uno. Y ¡oh sorpresa! Muchas
veces, el que sale elegido, coge para gobernar y ser su mano derecha a su
contrincante. Aquí, el que pierde, cuando por casualidad, se presenta más de
uno, será arrinconado para siempre.
No sé nada de política, pero a
mi corto entender, el adelanto de las elecciones por conveniencia del partido
que está mandando es una verdadera “tomadura de pelo”.
Próximo tema: Los contratos
blindados
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