(Escrito el 6 de octubre de 2014)
Aunque desde hace bastantes
años, la carne se puede comprar en las grandes superficies comerciales, cortada
y en las bandejas correspondientes, la mayoría de nosotros, tenemos un
carnicero conocido o amigo, dónde hemos venido haciendo las compras, ya sea en
un mercado o en la tienda del barrio.
El, conocedor de los gustos del
cliente, cuando íbamos a comprar, nos ofrecía los chorizos que preparaba en su
obrador. Sobre su calidad nadie preguntaba. Al ser hechos por él no dudábamos
que estarían buenos.
Yo no sé, si alguien fue
observador y recordando a este profesional, se dedicó a la fabricación de chorizos,
algunos verdaderamente de calidad
suprema y los ofrecieron al público, a través de los Partidos Políticos,
Entidades Bancarias, Sindicatos, Asociaciones varias, etc.
Como al principio no debían de
tener mucha masa y tampoco muchos intestinos, estos chorizos, fueron saliendo
de forma aislada aunque de buen tamaño. A cada uno se les conocía por un nombre
específico que lo identificaba y aunque eran de distintas zonas geográficas,
parecían tener la misma cuerda y el mismo marchamo.
Todas las Comunidades Autónomas
podían presumir de sus chorizos, y si hubiesen llegado a
concursar, me temo que el jurado lo hubiese tenido complicado para poder
evaluarlos.
Lo del chorizo se fue familiarizando y hasta lo ibas encontrando normal cuando
aparecía otro nuevo, pero la sorpresa ha sido cuando desde Caja Madrid y/o
Bankia, de momento, han puesto en circulación un total de 86, de tamaño grande.
Como estas Entidades tienen tanto poder, debieron comprar una gran amasadora
para revolver los ingredientes y se hicieron en el mercado con abundante
intestino cular (el más ancho que encontraron).
Al enterarse el Ministro
Montoro, ha puesto en marcha la operación chorizo. Quiere conocer si otras
sociedades también los embutieron y de paso el tipo de cuerda y si tenían el
marchamo bien puesto.
Con lo que están proliferando
las ferias, con los llamados productos
regionales, yo propondría celebrar una gran Feria Nacional con todos estos chorizos,
para que la gente pudiera conocerlos, compararlos y hacer apuestas para ver
quien se llevaba el premio, pero me dice un amigo que no la autorizarían, pues
con el olor tan fuerte que desprendería, Sanidad no le daría el Visto Bueno.
Un amigo me pregunta: ¿Y qué
vamos a hacer con tanto chorizo? Lo ignoro. En Graus, asan todos los años una
longaniza de 1.000 kilos a finales de julio. Quizá allí haya expertos en estos
temas.
No sé en qué acabará todo esto, pero lo siento por mi amigo el carnicero que
conozco. Con el chorizo, aumentaba sus ingresos, pues aunque fuese algo más
caro la gente lo compraba. De un tiempo a esta parte me dice que las ventas han
disminuido, pues los clientes le dicen que no quieren chorizo, que a este paso,
podremos llegar a ver uno por escalera.
Tema próximo: Al Honorable (el
3 de diciembre)
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