(Escrito el 2 de junio 2015)
El pasado día 30
jugarían la
final,
entre dos grandes
equipos
el Barcelona y
Bilbao.
Nadie podía saber
el que iba a
ganar,
pero muchos
sospechaban
lo que allí iba a
pasar.
Con el Rey, no
simpatizan,
con el Himno, ni
escuchar,
las pitadas
surgirían
todos juntos, sin
parar,
y la alegría
contagia
a la cara de
Artur Mas.
A mí, que del
futbol paso,
pues digo, que no
me va,
no me resisto a
hacer
reflexión y
comentar.
Habéis tenido
ocasión
de vuestra gran
opresión,
poderla
manifestar,
y esperaba de
vosotros
llegando a
finalistas
la reacción
ejemplar.
Si no os sentís
españoles
y monárquicos ni
hablar,
lo más correcto
de todo
era decirlo bien
claro
¡no
la queremos jugar!
Hubieseis
ahorrado tiempo,
disgustos y mal
estar,
pues supongo que
la Copa,
en vuestras
grandes vitrinas
¡no
la vais a colocar!
pues sería ya el
colmo
presumir de un
trofeo
al que todos
despreciáis.
El problema que
tenéis
yo lo resuelvo
muy claro,
lo ideal será que
jueguen
el Bilbao con
Mollerura
Barcelona - Baracaldo.
Próximo tema: Todo lo bueno…es suyo
No hay comentarios:
Publicar un comentario