(Escrito el 29 de diciembre de 2014)
En los días de invierno, algunas personas mayores, buscan el carasol,
donde descansan y charlan. El diálogo que escuché hace un par de días entre dos
que estaban sentados en un banco más o menos decía así.
Recordarás que cuando íbamos de críos al cine a ver las películas de
indios, en muchas de ellas salía el Consejo de Ancianos. Los guerreros les
preguntaban y los ancianos les aconsejaban. Ahora, a lo sumo que te dicen
cuando estás en casa es, abuelo: córrase un poco, baje la tele, no nos cuente
más historias, etc. Con los besos que nos daban las madres y sobre todo las
abuelas, diciéndonos lo guapos que éramos, ¡mira a lo que hemos llegado!
En las hojas de los tacos de antes, cada día si te acuerdas, respondió
el otro, venía escrito un pensamiento o sentencia. Guardo una de estas
sentencias en el bolsillo de un tal Alejandro Dumas hijo que dice:”No
llego a comprender por qué, siendo los niños tan inteligentes, los adultos son
tan tontos. Debe ser fruto de la educación”. ¡Así es la vida! Tanto
trabajar y trabajar ¿para qué?
Trabajar, trabajar, continuó el primero. De mozos, en el pueblo, más
de una vez íbamos a acarrear en verano sin dormir, pues la parva había que ir a
buscarla al campo para la hora de empezar a trillar. Ahora, muchos fines de
semana, si te levantas pronto, encuentras la acera llena de jóvenes, con el
vaso en la mano, pues no han ido a dormir. Eso no es lo malo, sino que si
llegas en casa y haces ruido al correr la silla, enseguida te dicen: no haga
ruido, que el chico ha venido a dormir hace poco y se despertará. ¡Vaya madera
que tienen ahora!
Estos, intervino el segundo, para Serenos, valdrían. ¿Te acuerdas
cuando volvías a casa en la capital, poco más de las 10 de la noche y ya tenías que llamar al Sereno
para que te abriera el portal de la calle? Esos sí que vigilaban….y no ahora.
¡Antes si que se trabajaba! En la ciudad, no sé cuántas horas
echarían, pero en los pueblos, como mínimo de sol a sol. Y tenías que ir y
venir al tajo muchas veces andando, después de estar jodido de trabajar todo el
día. Ahora se quejan: los que trabajan, porque hacen muchas horas y los que
están en el paro, de no poder enganchar.
¡Pero cómo no va a haber gente en el paro! Antes en los autobuses de
línea iba el conductor y el cobrador, que además de cobrar, subía las maletas a
la baca. En el tranvía, en cada coche iba un cobrador. Ahora, el conductor
tiene que hacer todo y tú te las tienes que ingeniar para sacarte los billetes.
En los autobuses a guardar cola en la ventanilla y en el tranvía a la
maquinica.
¿Y qué me dices del camión de la basura? Siempre iba el conductor y
por lo menos dos personas en la rabera del camión, para vaciar los cubos. Ahora
el conductor y sobra. Desde la cabina ordena al contenedor: subir, vaciarse y
volver a su sitio.
¿Y no has ido últimamente por la autopista? Antes, siempre me ponía yo
en el carril de pago en metálico, para pagar y coger el papelico y las vueltas.
Ahora…te tienes que enfrentar con la máquina, la tarjeta, decirle de dónde
vienes, etc y sin ni decir pío…. No hay nadie para cobrar.
¿Dónde se van a colocar los parados…? Si todos los puestos de trabajo
los suprimen….
Espero volver otro día a ver de qué habla esta pareja…..
Próximo tema: Diálogo entre Mayores (02)
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