lunes, 24 de agosto de 2015

Diálogo entre Mayores (01)



(Escrito el 29 de diciembre de 2014)
En los días de invierno, algunas personas mayores, buscan el carasol, donde descansan y charlan. El diálogo que escuché hace un par de días entre dos que estaban sentados en un banco más o menos decía así.

Recordarás que cuando íbamos de críos al cine a ver las películas de indios, en muchas de ellas salía el Consejo de Ancianos. Los guerreros les preguntaban y los ancianos les aconsejaban. Ahora, a lo sumo que te dicen cuando estás en casa es, abuelo: córrase un poco, baje la tele, no nos cuente más historias, etc. Con los besos que nos daban las madres y sobre todo las abuelas, diciéndonos lo guapos que éramos, ¡mira a lo que hemos llegado!

En las hojas de los tacos de antes, cada día si te acuerdas, respondió el otro, venía escrito un pensamiento o sentencia. Guardo una de estas sentencias en el bolsillo de un tal Alejandro Dumas hijo que dice:”No llego a comprender por qué, siendo los niños tan inteligentes, los adultos son tan tontos. Debe ser fruto de la educación”. ¡Así es la vida! Tanto trabajar y trabajar ¿para qué?

Trabajar, trabajar, continuó el primero. De mozos, en el pueblo, más de una vez íbamos a acarrear en verano sin dormir, pues la parva había que ir a buscarla al campo para la hora de empezar a trillar. Ahora, muchos fines de semana, si te levantas pronto, encuentras la acera llena de jóvenes, con el vaso en la mano, pues no han ido a dormir. Eso no es lo malo, sino que si llegas en casa y haces ruido al correr la silla, enseguida te dicen: no haga ruido, que el chico ha venido a dormir hace poco y se despertará. ¡Vaya madera que tienen ahora!

Estos, intervino el segundo, para Serenos, valdrían. ¿Te acuerdas cuando volvías a casa en la capital, poco más de las 10  de la noche y ya tenías que llamar al Sereno para que te abriera el portal de la calle? Esos sí que vigilaban….y no ahora.

¡Antes si que se trabajaba! En la ciudad, no sé cuántas horas echarían, pero en los pueblos, como mínimo de sol a sol. Y tenías que ir y venir al tajo muchas veces andando, después de estar jodido de trabajar todo el día. Ahora se quejan: los que trabajan, porque hacen muchas horas y los que están en el paro, de no poder enganchar.

¡Pero cómo no va a haber gente en el paro! Antes en los autobuses de línea iba el conductor y el cobrador, que además de cobrar, subía las maletas a la baca. En el tranvía, en cada coche iba un cobrador. Ahora, el conductor tiene que hacer todo y tú te las tienes que ingeniar para sacarte los billetes. En los autobuses a guardar cola en la ventanilla y en el tranvía a la maquinica.

¿Y qué me dices del camión de la basura? Siempre iba el conductor y por lo menos dos personas en la rabera del camión, para vaciar los cubos. Ahora el conductor y sobra. Desde la cabina ordena al contenedor: subir, vaciarse y volver a su sitio.

¿Y no has ido últimamente por la autopista? Antes, siempre me ponía yo en el carril de pago en metálico, para pagar y coger el papelico y las vueltas. Ahora…te tienes que enfrentar con la máquina, la tarjeta, decirle de dónde vienes, etc y sin ni decir pío…. No hay nadie para cobrar.

¿Dónde se van a colocar los parados…? Si todos los puestos de trabajo los suprimen….
Espero volver otro día a ver de qué habla esta pareja…..

Próximo tema: Diálogo entre Mayores (02)

No hay comentarios:

Publicar un comentario