(Escrito el 15 de enero de 2014)
En algunos pueblos, el lugar
donde se juntan las personas mayores, principalmente los hombres, a tomar el
sol y echar el rato, le suelen llamar la Moncloa. Hoy me he acercado a escuchar
sus comentarios y te aseguro que son de los más variados.
Algunos son del piñón fijo. Casi
siempre terminan su intervención con: ¡vivir para ver! Siempre están
comparando el antes con el presente. Hoy, el tema es el bancario. Antes, decía
el experto en el tema, te venían a ver a casa los directores de los Bancos.
¡Cuántos trozos de torta y vasos de vino se han bebido en casa! Si olían que
podía haber dinero, por venta de ganado, de cereales, olivas, etc. allí los
tenías. Querían que se lo llevases a su banco y por ello te ofrecían el oro y
el moro.
Ahora, ni te quiero contar. Pasé
por el Banco el otro día que me iba a vencer un Plazo y me dicen que si lo
renuevo no te dan prácticamente nada. Solo el cero y pico. No sólo es eso, sino
que te mira la cartilla y te dice que la actualices en el cajero al salir… ¡Vivir
para ver!
Como esta Moncloa
está animada de público hoy, presto atención a otro corrillo. El tema es de
alta tecnología. Hablan de los móviles. No sé de qué hablarán, pero están todo
el día con el teléfono pegado en la oreja, decía uno. Ni en la mesa cuando
estás comiendo lo sueltan. Ya puedes sacar el tema de conversación que quieras,
que ellos a los suyo. Todo es teclear, mirar y reírse.
¡Qué diferencia con antes!
Cuando te ibas de viaje, te recordaban: ¡a ver si llamas! Al llegar, al día
siguiente o cuando podías o te acordabas desde las cabinas públicas o de dónde
fuera dabas razones de vida. ¡Y no pasaba nada! ¡Igual hemos llegado
hasta aquí!
Otros hablan de temas de más
altos vuelos. De recortes y de política. Yo no sé cómo no se les cae la cara de
vergüenza, decía uno. Siempre están hablando de que cobran poco, que trabajan
mucho, etc. Cuando dan imágenes del Congreso, si no es día de votación de algo,
están en los asientos cuatro. El hemiciclo está casi vacío. Y yo les
preguntaría: si cada partido les exige a sus diputados la disciplina de voto y
tienen que ir todos a levantar la mano o apretar el botón, con lo que mande el
Jefe, ¿por qué tienen que ir todos? Que vayan los Jefes de cada Grupo
Parlamentario y ante el Presidente digan: yo, tengo tantos que dicen SI, yo tantos que dicen NO, etc y en un momento problema
solucionado. Se ahorraría tiempo, dinero, viajes, dietas, etc. Sí, pero si no
van todos ¿cómo van a justificar el sueldo? ¿Cobrar sin tener que ir? Eso sería
tener mucha cara….
Ahora dicen que se vive mejor,
comenta uno. En muchas cosas habría que verlo, le contesta el que está a su
lado. Cuando nos casamos nosotros, no teníamos casa en propiedad, no teníamos
coche, ni muchas cosas más que hoy se dicen imprescindibles. La mujer no
trabajaba más que en casa y criamos muchos 3 ó 4 hijos y aquí estamos para
poderlo contar. Ahora se tienen que
casar con el piso puesto, con coche, irse de viaje de novios por lo menos a Cuba.
Para salir adelante tienen que trabajar los dos y como dicen que la vida está
cara no pueden quedarse embarazadas. Algunas de las que tienen hijos se separan
y los hijos tienen que ir de vecinal, una semana con uno y otra con otro.
Antes, los viejos nos quedábamos
en casa y te cuidaban cuando ya no podías valerte. Ahora si tienes un poco de
suerte irás a la Residencia y si no, ya te puedes preparar a ver malas caras.
¿Eso
es vivir mejor? Como dice alguno
de esta cuadrilla ¡vivir para ver!
Próximo tema: El pelotazo del
chino
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