(Escrito el 19 de enero 2017)
Aunque estos días parece que no
se habla del tema, en fechas pasadas estuvo como noticia en primera plana. No
sé si fue globo sonda o si en verdad se estaba estudiando ponerlo en práctica. Celedonio como otras veces simplemente
reflexiona.
Cierto es que la recaudación,
debe ser proporcional a los ingresos, pero también es verdad que las ayudas,
deben ir dirigidas al que más las necesita. Los Gobiernos a la hora de
recaudar, siempre se fijan en aquellos colectivos más grandes y más dóciles.
Entre ellos están los jubilados y los funcionarios.
Ante la necesidad de recaudar, Celedonio se pregunta:
a).- ¿Se ha conseguido ya
que nuestra clase política viaje en clase turista, como hace la mayoría de sus
representados? Hubo un tiempo que se negaban a
ello.
b).- Nuestros políticos,
¿están sometidos a la misma ley de la Seguridad Social y sus jubilaciones
tienen el mismo baremo? Hubo un tiempo que fueron privilegiados.
c).- El precio del
restaurante y bar del Congreso ¿se ha incrementado? Hubo un tiempo que el menú
costaba lo mismo que en los colegios calentarse la comida los alumnos.
d).- ¿Siguen cobrando
dietas los políticos que residen en Madrid? Los funcionarios no las cobran si
la actividad la desarrollan en la localidad donde residen.
e).- ¿Se ha corregido el pluriempleo? Conocemos quien ejerciendo su profesión, era
a su vez alcalde y diputado en las Cortes Autonómicas.
f).- Los corrupto y
chorizos ¿cuándo devolverán lo que se apropiaron?
g).- Mientras al jubilado
se le impide trabajar ¿por qué
muchos políticos además de la jubilación ejercen actividades en
empresas?
h).- Supongo que lo de
los traductores en el Senado, se habrá terminado. En su tiempo fue la vergüenza del
siglo.
i).- Si en los partidos se
exige la disciplina de voto, ¿por qué no van a votar solamente los
representantes de los Grupos Parlamentarios y nos ahorraríamos dietas y gastos?
j).- Las tarjetas de
nuestros políticos ¿se dedican solo para cubrir gastos de su actividad? Recordemos
el caso del Sr. Monago y de otros tantos que no sabemos.
Así podríamos seguir enumerando
puntos de dónde se podría ir recortando o suprimiendo antes de pensar en el
Copago, pero nuestros políticos piensan, que en este caso, los jubilados están
acostumbrados al ajo y agua (a joderse y aguantarse).
Si fue globo sonda, quizá hayan
escuchado alguna reacción. Si se trata de un estudio para ponerlo en práctica,
¡adelante! Pero no se sorprendan si leen cosas como estas o se encuentran con
otras reacciones.
Próximo tema: Buscando ser feliz
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