lunes, 2 de octubre de 2017

¡ Que viene.... el lobo!



(Escrito el  2 de agosto 2017)
La semana pasada un buen amigo me sugirió el título de la reflexión de hoy y se lo agradezco. Lo que no se si acertaré es en su desarrollo.

En el pueblo de Celedonio, allá por los años 40 del siglo pasado, nos contaban a los críos, que hacía muchos años, un chico salió después de cenar de su casa con una tea encendida a hacer sus necesidades en el campo próximo. Como tardaba en regresar, fueron a buscarlo y vieron una luz a lo lejos que se movía. Un lobo se lo había llevado.

Historias similares a estas no faltarían en los distintos lugares, pues por entonces la presencia de los lobos no era rara. Lo que sí hemos conocido es que los pastores, sobre todo cuando iban en trashumancia llevaban además de los perros habituales los mastines, de gran tamaño y provistos de un collar con púas. Era para defenderse y contraatacar a los lobos que se cercaban al rebaño.

Si bien durante años no se tuvo noticias de ellos, desde hace algunos han aparecido por nuestra Región y hace pocas fechas, podríamos decir que en los alrededores de Zaragoza. Atacaron a un rebaño en la zona de Leciñena – Perdiguera. La reacción de la población ante su presencia como en otros muchos temas ha sido muy variada. Mientras unos reniegan de él, otros le dan sus bendiciones. Los afectados reclaman los daños, los que tienen que pagar se resisten a hacerlo y las indemnizaciones no siempre son justas. El daño producido en el rebaño, no es solamente las dos ovejas muertas o dañadas.

En estos casos sería bonito que los amantes del lobo, convivieran en sus proximidades, se pudieran acercar para observarlo y hasta podrían publicar un libro con sus vivencias. ¡Sería maravilloso! Claro está que en este caso tendrían que ser los dueños del rebaño y los que contemplasen todo el proceso. Que admirasen toda su belleza, pero que sufriesen también sus consecuencias. ¿Cómo se puede concebir una Comunidad Autónoma o una Comarca sin lobos? ¡Con lo bonitos que son! ¡Hasta se podría pagar por verlos!

Estos amantes del lobo, podrían formar también una Sociedad, con aquellos que protestan y están en contra de los pantanos, regulación de los ríos, etc. Si no son capaces de hacer ninguna contra propuesta a las oficiales, dónde se podría almacenar el agua, para su uso posterior, demuestran tener una vocación total por el secano. Estos también podrían escribir un hermoso libro sobre el terreno, describiendo como nacen las plantas del cereal, como va ahijando y encañando y después de todo esto positivo detallar cómo en el momento del espigado la perspectiva de cosecha se viene abajo, la producción es prácticamente nula y los ingresos están relacionados con la producción. Claro está, ante esta situación también podrían contar la belleza del romero, el colorido de la aliaga, el trabajo de las abejas. Todo esto podrían combinarlo con lo que apreciasen en las plantas de esparto, la lavanda o espliego, el tomillo, el coscojo, etc.

¡Qué bonito es el lobo! ¡Qué bonito es el campo! Hasta podría surgir una nueva generación, amante del lobo y del secano, que vete tú a saber hasta dónde podría llegar. En nuestro Aragón habría muchas zonas dónde poder ubicar a estas Sociedades. Puesto que de momento tenemos lobo, aunque sería necesario una pareja, para que criasen, propongo cercar una parte de esos secanos de Leciñena, Perdiguera, Alcubierre, Lanaja,etc

                    Me encantaría poder verlo dentro de unos cuantos años y  leer esos libros a los que menciono. Ya que lo disfrutan también podrían contribuir a pagar los daños.

Próximo tema: Algo tendrá  que cambiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario