(Escrito el 21 de marzo 2018)
Si examináramos a cada persona
por separado, me atrevería a decir que una gran mayoría de ellas se siente
solidaria con el resto de la sociedad, pero cuando la agrupamos bajo los
conjuntos que sean, ese sentimiento individual se va disipando y pasa a
expresar lo que en su grupo se dice. Al reflexionar sobre esto llegas a ver una
inmensidad de contradicciones. He aquí
algunas
1).- Se dice que el IRPF que pagan los jubilados es ilegal y que
por tanto habría que suprimirlo, sin manifestar a dónde tendría que ir a parar.
Si por solidaridad crees que debería ir a los que menos cobran, se podrían ir
igualando las pensiones, pero si crees que ese importe te pertenece, cada vez
las desigualdades serían mayores. Si piensas que siga administrándolo el
Gobierno ¡vete a saber el destino que tendrá!
2).- Cuando condenan a uno
que lo tiene merecido, interiormente pensamos: me alegro de que te hayan
enchironado. El que lo hace, la paga, se suele decir. ¿Nos hemos parado a pensar
lo ridículo que es, que a todos los condenen con el mismo castigo? Falta
de libertad. Si el delito ha sido variado, variada tenía que ser
también la pena. Cuando nos aparece en el móvil, cómo es la última cárcel que
han inaugurado, no puedes por menos que pensar: ¿Por qué no meten allí a los
jubilados que hay en alguna Residencia, están totalmente gratis y a los presos
los mandan a la Residencia de los ancianos y que se la paguen?
3).- Somos tan solidarios,
que vemos bien que el comedor del Congreso esté subvencionado y que los
escolares que se llevan la comida en la fiambrera, tengan que pagar por
calentársela. A los políticos hay que ayudarles, aunque cobren su buen sueldo y
sus dietas.
4).- Son tan justas las
leyes, que la Justicia no se puede aplicar a un sinfín de casos. Es cuando
estos han prescrito. Manda huevos la
cosa. Y que no se haga nada por quitar ese apartado.
5).- Somos tan solidarios que
estaríamos contentos si subiesen sobre todo las las pensiones mínimas, no
importando que el salario mínimo estuviese por debajo de esa cantidad, ni que
para ir a una Residencia tengas que gastarte todos tus ahorros, pues no te
llega con la pensión y cuando se acaben estos,
tengan que ayudar a pagarla tus hijos si tienes.
6).- Somos tan solidarios, que
a los que han robado no les exigimos ni que lo devuelvan. Pobrecitos, con la
vergüenza que están pasando, tener que estar en la cárcel sin ver a su familia
y comiendo ¡vete tú a saber, lo que les darán de menú!
7).- Nuestra clase política
se sacrifica mucho por todos. Menos mal que con 7 años les queda la pensión
máxima y al resto de los mortales tienes que haber pagado por lo menos 40, para
que te quede lo que te toque.
Aunque hay un refrán de que “el
miedo guarda la viña”, por solidaridad no lo queremos aplicar. ¿Cómo
podemos decir que a un violador se le podrían llegar a castrar? ¿Cómo decir que
uno puede estar en la cárcel toda su vida? Etc. etc. Sería infundirles temor y
atentar contra su libertad de acción. Aquí ¡todos sabemos que no pasa nada de na!
Próximo tema: Algunas cosas que
me sorprenden (10)
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