(Escrito el 6 de junio 2018)
El 10 de mayo de 2011, Celedonio le ponía de título a su reflexión “Esto tiene que explotar”.
La publicaba el 9 de octubre de ese año. La de hoy, también tiene título poco
optimista. A lo largo de su reflexión semanal, ya ha tocado algún punto de los
que hoy va a exponer, pero quería hacerle un monográfico.
Los países están dirigidos por
Gobiernos de distinto signo político y los políticos se mueven entre leyes que
aprueban ellos, por las que aprobaron otros anteriores o por otras tan
antiguas, que no sabríamos decir quienes las introdujeron, ya que si
preguntamos quizá nos dijesen “siempre fue así”. Es necesario que las leyes que se establezcan
sean progresistas y que contemplen todos los rincones, en los que el infractor
de la ley se pueda esconder. En definitiva, hay que actualizarlas.
¿Es lógico que en el siglo XXI
haya una ley que defienda la prescripción de los delitos? Pienso
que los delitos quedan zanjados cuando ha habido una sentencia y se ha cumplido.
Si te dejo 20 euros, mientras no me los devuelvas, nunca estarás en paz conmigo.
Estamos viendo en los casos de
corrupción, apropiación de bienes, etc cómo el corrupto se hace con una serie
de bienes inmuebles o de dinero. ¿No sería lógico que una vez probado que ha
sido así, se le exigiese la devolución del importe apropiado más
sus intereses, antes de cualquier otra condena? ¿No hay posibilidad de expropiarle
a él o a quién lo tenga a su nombre? ¿No hay leyes para ello?
¿No se puede hacer un seguimiento
de aquellas personas físicas o jurídicas que enseñan sus patrimonios y
su tren de vida no corresponde a los ingresos que se les supone tienen y
declara? Sabemos que cada uno puede gastar su dinero en lo que le da la gana,
pero es una forma de ver si es legal todo lo que se le ve.
Si la cárcel, hasta ahora parece
ser la sanción más dura que hay ¿es lógico que uno no entre en ella porque paga
una fianza? ¿Es recuperable esa fianza?
¿No establecemos diferencias entre ricos y pobres?
Cuando se dicta una sentencia,
¿por qué no se tiene que cumplir íntegra? Si por la edad u otros motivos hay
leyes que las disminuyen ¿por qué no se da a conocer desde el principio?
La reflexión que publicaba Celedonio el 15 de junio de 2012 y que
había escrito el 28 de diciembre de 2011, la titulaba “Mirándonos el ombligo”.
Se refería a que mientras las
civilizaciones mediterráneas ( Roma, Grecia, Egipto, etc), nos han venido
diciendo que fueron la cuna de la cultura y del saber, otros del Norte de
Europa eran muy distintos. Nos pintaban con cuernos a los wikingos. Dónde
pisaba el caballo de Atila decían que ni crecía la hierba. La mayor parte de
ellos eran herejes. ¿Qué decir ahora? Cuando oigo decir, que hay o al menos ha
habido, que en las carreteras hay puestos de venta dónde están las frutas
embolsadas y no hay nadie en ese momento y el que para coge la bolsa, deja el
importe y se va, se le cae a uno la cara de vergüenza, ver a dónde nos han
llevado en estos países dónde tanta cultura había hace más de 2000 años.
Si a estos y otros desmanes, no
se les pone y pronto solución, me reafirmo en el título de la reflexión de hoy:
No
tenemos solución.
Próximo tema: Grupos de Acción
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