Escrito el 20 de diciembre 2018)
En la semana nº 18
de este Blog, publicada el 27 de julio de 2009, Celedonio reflexionaba sobre los términos de Izquierdas y Derechas.
Si se llegasen a sustituir por otros, piensa que se ganaría mucho. Parece ser
que todos pertenecemos a uno de esos dos bandos y como es fácil comprender, si
lo miramos así, no es que sea difícil ponerse de acuerdo en algo, sino que
hasta es sumamente difícil dialogar….. Las izquierdas y las derechas pronto las
comparamos con los buenos y los malos, los rojos y los azules, los legales y
los sublevados, etc. Al encasillarnos en uno de esos dos bandos, a cada uno le
aplican ya sin más, lo que esa clasificación conlleva o se le ha querido dar.
¡Ojo como mencionas algo del
pasado! Con tan sólo nombrarlo, puedes ser considerado fascista o rojo
perdido con todo lo que eso trae consigo. Celedonio se está dando cuenta desde hace mucho tiempo, que cada
vez, no sólo es difícil ponerse de acuerdo en algo, sino que dialogar tranquilamente
sobre cualquier tema resulta difícil.
Esto que surge a nivel
individual en conversaciones de cualquier tipo, hace saltar chispas cuando el
tema de conversación tiene un trasfondo político. Con nadie te pondrás de
acuerdo, pues sino perteneces al mismo grupo, ninguno escucha al otro. Con lo
que dice ya no estás de acuerdo desde que lo ha insinuado.
Lo malo de todo esto, no es que
pase entre dos personas de gente llana y sencilla sino que se incrementa en la
clase política, tanto de forma individual como de forma colectiva. A veces,
ante notario dicen que antes de las elecciones, firman que no pactarán con este
o con aquel. Eso es antes de saber lo que va a decir. En las sesiones de
investidura, el candidato expone su programa ante la Cámara. Mucho antes de
escucharle lo que va a decir, ya manifestó que su voto sería en contra. ¿Te
imaginas que por un tras papeleo el Candidato
dijese tus propuestas?
Siendo que los problemas son los
que son, cada uno tendría que exponer como solucionarlos, pero no, el tema no
se afronta con esa sensatez que sería necesaria, si no que cada uno le da la
vuelta, para no comparar las propuestas, cada cual va a su
bola.
Cuando nos hablan de la deuda
que tenemos, nadie se para a analizar de dónde procede la misma y cómo se
podría rebajar. Todo es hablar teorizando, sin descender al detalle. En ninguna
contienda electoral se analiza el Presupuesto y su corrección. Todos dicen que
no subirán impuestos o si los suben como será para unos pocos, tampoco evalúan
su importe.
Lo lógico sería desglosar el
Presupuesto por capítulos o conceptos y decir si cada uno de ellos lo vas a
mantener o lo vas a incrementar. Si hablases así, tendrías que decir de dónde
lo vas a coger y en definitiva qué concepto vas a disminuir, pero no. Todo son
vaguedades: aumentaremos la inversión en educación y en sanidad,
incrementaremos las becas, ayudaremos a las familias más necesitadas, etc. etc.
pero si esas partidas las aumentas ¿qué partidas son las que vas a disminuir?
Nadie quiere coger al toro por
los cuernos. Mientras tanto, como a la Sociedad nos la han dividido entre
Derechas e Izquierdas y estas siempre estuvieron enfrentadas, “unos
por otros la casa sin barrer”. Lo malo es que muchos piensan “que
ellos son formidables”
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Robots
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