(Escrito
en octubre 2018)
No es que me
guste el alcohol
ni que sea
bebedor,
mas siempre me
apeteció
observar lo que
se hacía
y había a mi
alrededor.
Y una cosa muy
corriente
en todas estas
montañas,
era hacer el
pacharán
para echarte un
trago
por la tarde o
las mañanas.
El material a
emplear
son endrinas
o arañones,
y en los artos
que se crían
a veces tienes
montones.
Están junto a los
caminos
en la orilla de
los campos,
mas hay años que
escasean
que ya no los
vemos tanto.
Cuando esto ha
sucedido
las opiniones son
muchas
y los motivos ¡no veas!
que se helaron,
llovió poco,
o que son plantas
añeras.
Lo de añeras
puede ser
pues ya siempre
sucedió,
si un año criaron
mucho
al siguiente
descendió,
pero no quieras
decirme
que en todos, todos
los artos
este síntoma
pasó.
Si fuesen todos
añeros
se sabría al
empezar,
crían mucho años
nones
no criando el año
par.
Aunque abundan
estas plantas
la gente sabe sus
cados
y cuando llega el
momento
sabe bien dónde
buscarlos.
Los que están
junto al camino
y fáciles de
coger
cuando quieres ir
por ellos
ya no los puedes
ni ver,
alguno madrugó
más,
no tienes nada
que hacer.
Por eso la gente
busca
sitios que estén
escondidos
y si no es
familiar
ese sitio no lo
digo.
Pero el año que
esto escribo
lo sucedido así
fue,
no había arañones
ni en sitios que
los vi siempre
ni en mis cados
que encontré.
Cuando era
primavera
supongo que se
helarían
pues si preguntas
las causas
variadas ellas
serían.
Como tenía el
anís
que ya lo había
comprado
me preparé un licor
que resulta
anisado.
Al encontrar unos
frutos
que a mí mucho me
mola,
en vez de hacer pacharán
me hice licor de mora.
Próximo tema: Y el 28….llegó
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