(Escrito
el 12 de diciembre 2015)
De muy crío me
enseñaron,
de dónde salía el
viento,
sencillamente era
el aire
que se pone en
movimiento.
Una veces vas
despacio
otras veces vas
deprisa,
cuando te mueves
muy poco
la gente te llama
brisa.
Cuando es brisa,
se te aprecia,
sobre todo en el
verano,
nos refrescas el
ambiente
y resultas ser
muy sano.
No nos gustas si
te enfadas
y vienes como
ciercera,
eso nunca te
pedíamos
para aventar en
la era.
No queremos que
te enfades
cuando estamos en
la playa,
y te lleves las
sombrillas
más allá de
nuestra raya.
Queremos seas
amable
que tengas
educación,
y que al moverte
nos libres
de esa
contaminación.
Cuando soplas muy
despacio
se te da un gran
valor,
cuando el trigo
está granando
y evitas fuerte
calor.
Y ahora cuando es
invierno,
la gente de frío
tiembla,
pero pide que tu
vuelvas
a despejarnos la
niebla.
No vengas sólo a
los pueblos
vete también por
Madrid,
si tú no vas en
su auxilio
alguno puede
morir.
Y como dice la
jota
despedirme yo no
quiero,
porque nos
veremos pronto
sólo te digo:
¡hasta luego!
Próximo tema: Hablando de la
Jubilación
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