(Escrito el 23 enero 2020)
Aunque de ciudad no fui
recuerdo que en los cincuenta
año más o año menos
al bajar a Zaragoza
conocería al Sereno.
Era como un vigilante
que por la noche veía
y te iba informando
si estaba raso o llovía.
Llevaba un fajo llaves
que los portales abría,
y cuando estabas cerca
tu le gritabas ¡Sereno!
su respuesta era ¡VA!
y al cabo de un momento
en tu portal él va a estar.
Te decía buenas noches
si nada más le preguntas,
si querías saber algo
se lo pides y lo apuntas.
Las once y ¡Sereno!
es señal que no llovía,
y tú estando en la cama
sabes el tiempo que hacía.
Se conocía a la gente
que habitaba en su barrio
pues abrirle a él la puerta
no le era nada extraño.
No sé a qué hora empezaba
ni la hora que terminaba,
pero andando por las calles
muchas horas él se estaba.
Llevabas llave del piso
mas no llave del Portal,
para eso estaba el Sereno
que te abriría al llamar,
hoy se sale por la noche
pero muchos, muchos más,
y las llaves del portal
las decidieron cambiar.
Próximo tema: A la Feria de Balaguer
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