lunes, 11 de julio de 2022

Los cambios de nombre


(Escrito el 29 octubre 2021) 

Desde siempre el mayor medio de comunicación entre los humanos fue el lenguaje. Las tribus, pueblos, naciones, etc fueron hablando el lenguaje que aprendieron en su infancia y poco a poco se fue modificando al entrar en contacto con otros pueblos que llegaron o que conocieron. En Aragón también sucedió.

Según nos han contado, el aragonés, nació y se habló por el personal que vivía en los Valles del Pirineo. Dado la difícil comunicación entre ellos no es extraño que los contactos  no fuesen lo fluidos que son en la actualidad y que distintas palabras llegasen a definir lo mismo en cada Valle. No existía ninguna norma centralizada.

Con la llegada de las Autonomías, algunas de ellas recuperaron la lengua que hablaban sus antepasados y la han convertido en oficial. ¿Qué ha pasado con el Aragonés? Celedonio, como aragonés que es, reflexiona.

Tenemos que reconocer que al ser hablado principalmente por las gentes del norte de la Región, el resto no haya tenido ningún sentimiento y conocimiento del mismo. Querer reivindicarlo y hablarlo los de Zaragoza y Teruel parece que es exigir demasiado. Soy consciente de lo bonito que sería tener nuestra propia lengua, pero llegar a conocerla y hablarla sería un sueño.

Lo que sí pienso es que ante todas las dificultades posibles, no hagamos más por conocer y fomentar nuestro pasado y sentirnos orgullosos de lo que nuestros antepasados nos dejaron.

Al circular cada día por las calles, leer los periódicos regionales o ver los anuncios en la Televisión Aragonesa, al menos a Celedonio que ya tiene muchos años, le cuesta tener que interpretar el significado de muchas palabras. Todos están en Inglés y Celedonio y muchos como él no lo estudiaron. ¿Por qué muchas de ellas no tenían que estar escritas con palabras aragonesas? Muchos nombres de establecimientos, empresas, etc. ¿por qué no lo están? Si así fuese conocería mucha gente el significado de muchas palabras y eso al menos crearía una curiosidad y llegaríamos a conocer muchas cosas de nuestro pasado. Al tener distintos nombres según las localidades, los expertos podrían definir el más apropiado que deberá coincidir o aproximarse al que utilice la gramática aragonesa.

¿No sería bonito ver como bares o cafeterías llevasen el nombre de “ El Melico”, “La Cabera” ,etc. Pensemos para todos esos nombres que hay en inglés, una palabra aragonesa que la podría sustituir. Posiblemente encontraríamos muchos.

En las Escuelas e Institutos, sobre todo en aquellas zonas dónde un día se habló ¿por qué no podría haber enseñanzas complementarias que aunque no pretendan dar a conocer la lengua, sí que al menos se de a conocer, vocabulario y costumbres de esas tierras? Muchas personas mayores se ofrecerían voluntarias a ser interrogadas sobre lo que vieron en su niñez y lo que oyeron contar. No hablaremos el aragonés, pero conoceremos muchas cosas que no se deberían olvidar. Por trasmisión oral, escrita u otros medios deberíamos conocerlas, conservarlas y que las conozcan las generaciones venideras.

Hay veces que nos hablan de la Prehistoria y no nos dicen cómo era la vida de nuestro entorno hace simplemente 100 años. Parece como si se tuviese vergüenza de hacerlo. Los historiadores muchas veces se basan en restos, intuiciones, etc. Ahora se podría conocer por personas que lo conocieron.

Próximo tema: El manejo del dinero

 

 

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