domingo, 2 de agosto de 2020

Difícil…. reflexionar

(Escrito el 2 de marzo 2020)

Celedonio lleva cierto tiempo sin reflexionar y centrarse en un tema determinado le resulta difícil. Llevamos un tiempo que la noticia más frecuente en los medios de Comunicación es el Coronavirus y de ello poco puede decir. Son tantas las opiniones, las sugerencias, las directrices, etc. que tan sólo llegas a pensar en el refrán  de “que Dios nos coja confesados”.

 

Por la parte política, tampoco parece que haya mucho movimiento. Como decía en alguna otra reflexión, el formarse el Gobierno en día 13, para los supersticiosos, no sería muy favorable y pensándolo un poco habría que decir que no entró con buen pie. Si eran pocos los destrozos que causó el Gloria y a los que habrá que dar respuesta oral y económica, ahora es el Coronavirus, que ¿cómo terminaremos? A los temas habituales hay que unir estos que “no son moco de pavo”, por lo que quizá alguno piense para sus adentros: “en qué berenjenal me he metido”

 

Desde el primer día se expuso como gran logro “el Gobierno de Coalición”, pero ¿qué ventajas supone si entre los dos no alcanzan la mayoría? Para intentar sacar las cosas adelante hay que dialogar, hay que pactar, hay que conceder y hay que perder. ¿Podrá ser esto duradero? Con los resultados del 28 de abril, dos formaciones que tiempos atrás tenían cierta sintonía e incluso llegaron a muchos acuerdos, sumaban 180 escaños, los suficientes para sacar adelante todo lo que se hubiesen propuesto. Eso sí que podía haber sido “Gobierno de Coalición”

 

No para votar a favor, sino tan sólo para abstenerse se ha tenido que formar una “mesa de negociación”, en la que una de las partes, muchas veces ya sabe lo que va a pedir sin escuchar al otro. Esta mesa parecía que podría ser práctica, pero acabamos de ver como la gente ha cruzado la frontera para escuchar y aplaudir al que no cree en la mesa y asiste precisamente el que la encabeza. ¿A qué jugamos? ¿Con estos mimbres se puede llegar a hacer alguna cesta sólida?

 

Los agricultores también han hecho manifestado su descontento e incluso se les ha animado a que sigan. ¿Pensará el Gobierno en ayudarles?

 

Todos estos imprevistos, van a suponer dinero, que ¿de dónde saldrá? Como no estaba presupuestado tendrá que ir a aumentar el capítulo de deuda. ¿Cuánta es ya esta deuda? ¿Llegaremos a ser insolventes?  No parece fácil  con los ingresos actuales, hacer frente  a todas estas situaciones, sin crear nuevos impuestos.

 

¡Que paguen los Bancos se dirá! Pero ¿quién son los Bancos?  ¿No tienen los Bancos también pequeños accionistas? ¿No compraron alguna vez familias sencillas unas pocas acciones y las mantienen por ver si tenían alguna remuneración mejor que el plazo fijo de antes?  ¿También estas familias son especuladoras y hay que castigarlas con fuertes impuestos?

 

Hoy Celedonio no sabe si ha reflexionado sobre algo, o ha escrito lo que pensaba sin reflexionar.

 

Próximo tema: A la alforja

 

 

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