lunes, 28 de junio de 2010

Tenía sed......

(Escrito el 12 noviembre 1997)

Caminaba por la vida
como cualquier otro ser,
mas mi boca estaba seca
y tenía mucha sed;
deseaba agua fresca,
o escuchar un manantial
y aunque fuese peligroso
descender hasta su lecho
y el agua poder beber.

Caminé, anduve mucho,
y hasta creo que soñé,
que me caía rendido
sin agua poder beber;
me levantaba, sudaba,
caminaba otra vez,
veía luces y sombras
sin llegar a comprender
si aquello era delirio
el final, ¡o yo que se!
mas de pronto sin pensarlo
con el agua tropecé.

Era un grande riachuelo
aquello que yo encontré,
allí podía saciarme
y quitarme bien la sed,
lavarme bien la cabeza,
el cuello, tronco y los pies
si aquello no se secaba
allí podría beber.

Decidí acampar allí
y en su orilla me instalé;
en el río había vida,
la hierba junto a mis pies,
el sol hacía milagros
y aquello todo crecía
se sucedían los días,
las semanas y el mes;
no había alucinaciones
ni pensamientos tal vez,
aquello era la paz
aquello era un placer.

Y allí pasé yo los años
más feliz que cualquier ser,
pescando, comiendo carne,
mil verduras, mil purés;
la fruta muy abundante
las infusiones también,
y algunos que me veían
decían pa sus adentros:
¡así querría yo ser!

Las plantas que cultivaba
ya crecían por doquier
y casi ya sin sembrar
solo hacía recoger,
pues el fruto de los años
aunque tarde algunas veces
siempre lo llegas a ver.

Mas de pronto, todo cambia,
y la hierba aunque la riegues,
ella se niega a crecer;
las ovejas ya no crían,
y las cabrillas también
los días están mas tristes
y la luna ni se ve,
y yo sigo preguntando
pero esto ¿por qué es?
¡si el agua sigue corriendo
y los peces están bien!

Los que pasan no saludan,
como otros días, ¡ya ves!
cuchichean y murmuran
eso lo saben hacer,
pero dando explicaciones
¡allí los querría ver!
pero cabrones decirme:
esto que aquí me sucede
¿de qué coño puede ser?

Nadie se atreve a explicarlo
todo es desolación,
mas uno con cara sabio
me dice muy convencido
que son los tiempos modernos
¡la pura contaminación!

Tras el monte llegó al río
y este río se secó,
los pececillos murieron
el bienestar se acabó.

Me vinieron a buscar,
me llegaron a juzgar,
me condenaron a muerte
y por no tener testigos,
me acusaron de que al monte
lo llegué a contaminar;
desde entonces pienso y digo:
¡si el río no hubiese hallado,
quizá me hubiese perdido
o encontrado otra paz!

Próximo tema: “El viejo besa su Santo”

domingo, 20 de junio de 2010

Un viaje por los fiordos

(Escrito en octubre de 2009)


En septiembre de 2007, tuve ocasión de visitar en un viaje organizado de 8 días de duración, parte de Suecia y Noruega. Volamos en avión hasta Estocolmo y luego en autobús, recorrimos distintos lugares para terminar en Bergen y volar nuevamente a Madrid.

No es mi propósito describir las visitas que hicimos, sino transcribir algunas cosas que nos contaron y/o que pudimos apreciar.

Nuestro guía a lo largo del recorrido fue un joven llamado Sebastián, hijo de madre sueca y padre de la provincia de León, por lo que en cuanto a entendernos no tuvimos ningún problema y por otra parte él era buen conocedor de las dos culturas.

Además de las indicaciones propias del recorrido y de las visitas, nos hizo algún comentario de la vida en Noruega y es lo que desearía trasmitir, bien entendido que los datos son muy elementales y en ocasiones hasta podrían ser discutibles por si yo no lo entendí bien.

En las escuelas hay dos asignaturas que son obligatorias y comunes para todos: costura y carpintería.

Los libros en la escuela son gratuitos, pero el alumno los tiene que devolver al final del curso bien conservados. Sino es así, el padre pagará los libros como nuevos.

Todos los chicos dedican un día en el curso a la limpieza de su entorno. Han de recoger los papeles, colillas, basuras, etc que encuentran en las vías públicas de sus barrios.

Desde 13- 14 años es obligatorio que trabajen al menos un mes y medio durante el período de vacaciones en algo.

Los estudiantes universitarios tienen un ayuda económica por parte del Estado, pero como ella no cubre sus necesidades, sino le ayuda la familia, el estudiante puede pedir un crédito que comenzará a devolver cuando empiece a trabajar. La cantidad a amortizar no será nunca superior al 4% de sus ingresos. Se llega a dar el caso que algunos a los 50 años, es cuando terminan de pagar el crédito que le concedieron estando en la Universidad.

El joven tiende a emanciparse pronto y si se queda en casa de los padres, debe contribuir con parte de sus ingresos al sostenimiento de los gastos de la casa.

En la Seguridad Social, la primera vez que van al Hospital tienes que pagar 200 coronas ( sobre 25 euros). Si vuelves a ir por causa distinta otras 200.

Todo el mundo aspira a tener una segunda vivienda en el campo, aunque sea muy rústica, que por supuesto es casi siempre de madera. Comodidades de muchas de ellas: una estufa de leña y poco mas. Las casas están diseminadas por el campo y las laderas. En ninguna de ellas vimos rejas en las ventanas, ni mucho menos vallas de protección en las entradas.

Desde luego no vimos pintadas por las paredes de las viviendas, ni en los muros.
Vimos a jóvenes españoles trabajando de dependientes en comercios, pescaderías, etc.

En alguna cena, por una jarra de cerveza pagamos 7 euros. En el Aeropuerto un botellín de agua valía 2,9 euros y uno de naranjada 3,7 euros. Allí, sueldos entre 2.500 euros al mes y 3.000 debían de ser frecuentes.

Con estos ligeros datos, de momento, no quiero sacar ninguna conclusión. Cada cual que saque las suyas. Yo desde luego, tomé estas notas que te hacen reflexionar cuando comparas lo de allí con lo que tenemos aquí. En otro artículo reflexionaré sobre esto.


Próximo tema: “Tenía sed.......”

lunes, 14 de junio de 2010

A Don José Borrel

(Escrito en mayo 1999)

A usted, señor Borrel,
yo me quiero dirigir,
y aunque sean cuatro letras
yo le querría escribir,
no sin antes indicarle
que del PSOE, ni de otros,
militante nunca fui.

Admiro, tuvo valor,
al competir en Primarias,
desconociendo si tuvo
una sorpresa o varias;
que ganó estaba claro
desde aquel primer momento
mas los Jefes que tenía
nunca estuvieron contentos.

Les jodió Vd. los planes,
que tenían para ellos,
y si Vd. no se retira
alguno de los que hablaba
hubiera acabado un día
al menos pegando sellos.

No gustaban sus ideas,
el chismorreo existía,
no podían tolerar
que les mandase aquel
que lo primero que vió,
fue una panadería;
y así, mientras le aplaudían
se volvían muy mordaces,
criticando: unos sus planes
y otros su chulería.

Yo no sé, si fue sensato
al dimitir por Hacienda,
o quizá hubo problemas
que algunos no los entienda.

Para mi, sin desearlo,
buenas hostias que le dieron
y como suele decirse
aunque nunca lo sabremos
la hierba se la segaron.

Próximo tema: “ Un viaje por los Fiordos”

domingo, 6 de junio de 2010

Sexo: ¿ el de la X ? (equis)

(Escrito el 16 noviembre 1999)

Recuerdo, que hace unos días,
cuando estábamos comiendo,
un compañero pregunta:
y ahora el aquí presente,
¿que cosas está escribiendo?
y como hay confianza
me lo dice sonriendo;
en este momento nada,
no hay tema en la cartera,
así, que si me das uno
escribo de lo que sea,
y siguiendo el cachondeo,
dice que escriba del sexo,
y yo voy y le pregunto:
eso del sexo ¿qué es eso?
¿del seso de la sesera?,
¡no me vengas con chorradas,
y escribe de lo que quieras!

Las cosas mucho han cambiado,
desde aquel Catecismo
que decían de Ripalda,
y desde que llegó la moda
de la mini, minifalda;
entonces era pecado
con sólo mirar la pierna,
si pensabas más arriba
tenías condena eterna;
por ello, llegado el caso
la lucha muy grande era,
y no hacías mas que darle
al seso de la mollera,
pues practicar tú el sexo
¡era difícil, no veas!

Cuando ibas a bailar
tenías que decidirte,
qué moza ir a sacar,
sin saber si calabazas
lo primero te iba a dar;
pero bueno, tú insistías,
y si esa dice que no
alguna otra saldrá;
y así más de una vez
toda la sala del baile
te tenías que cruzar,
y si por fin aun podías
unas piezas tú bailar,
antes, después y durante,
al seso le podrás dar,
pues comerte tú una rosca,
¡te digo, no comerás!.

Y como siempre las mozas
solían ir en pareja,
el que iba más fogoso
le decía al compañero:
¿ves aquella?, ¿la de rojo,?
¡aquella, que bien se aprieta!,
en que termine la pieza,
tú bailas con la de azul,
¡la de rojo, me la dejas!.

De todo esto, hablaría,
si hubiera tiempo, un montón,
mas los tiempos han cambiado
y ahora la gente joven,
ellos viven de cojón.

Ya no tienen que sacar
a la moza pa bailar,
él se empieza a mover
y alguna se acercará,
y por lo visto el mordisco,
ya muy cerca estará.

La verdad que me dan pena,
cuando les veo morrear,
y a veces le doy al seso,
y me pongo yo a pensar:
¿la dejará respirar?
pues con el rato que llevan
podrían ser campeones
si fueran a bucear;
pero a veces es la moza
la que ataca de verdad,
y el seso vuelve a decirte:
¡a ese pobre chaval
algo le ha de a pasar!

¿Y que le pasa al jodido?
pues no pasa, na de na,
ya que al cabo de un ratillo
otra vez vuelta a empezar:
y el seso vuelve y pregunta:
pero la sangre del tío
¿de que puñetas será?

Amigo y compañero,
eso que dicen se altera
al llegar la primavera,
¿es el sexo de la x
o el seso de la sesera?.

Me dijiste que escribiera
de lo que quiera, de eso,
pero como soy ya viejo
no sé, si es sexo de x,
o de seso de mollera,
por eso termino aquí,
no vaya a ser que pensando
se deshaga la sesera.

Próximo tema: “ A D. José Borrel”