lunes, 31 de julio de 2017

Buscando ser feliz



(Escrito el 10 de febrero 2017)
La primera reflexión de Celedonio en este Blog, el 29 de marzo de 2009, la titulaba: ¿Eres feliz? En ella, se decía que la contestación a la pregunta de ¿qué harías si te tocase la lotería?, el encuestado respondió: “Hartarme bien de migas y dormir hasta el mediodía en la pajera”. Sin conocerlo, nos imaginamos, cual era la situación del que contestaba.

Mucho ha llovido desde entonces y muchas cosas de las que han pasado, hemos visto. La contestación que podrían dar algunas de las personas que vemos mendigando por nuestras calles a esa misma pregunta, aunque actualizada, quizá siguiese a la expresada más arriba o muy similar.

Sin embargo para otros, la felicidad debe ser otra cosa muy distinta, por lo que la buscan por sitios muy diferentes. Me refiero a personajes como: Bárcenas, Granados, Díaz Ferrán, Urdangarín, Mario Conde, Rato, etc.  Cualquier  lector puede seguir haciendo lista. Supongo que todos los delitos de los que se les acusa, tendrán algo que ver con su felicidad, pues si no es así ¿qué buscaban?

He leído, que así como hay personas adictas al alcohol o a ciertas drogas, las hay también que su instinto les dice que tienen que destacar, sobresalir, etc. Nunca tienen bastante con nada, pues siempre se puede conseguir más. Hay refranes como: “la avaricia rompe el saco”, pero ni por esas. Prefieren la canción: “y todos queremos más”

Celedonio se pregunta: ¿pueden ser felices esas personas? Con lo bonito que es, salir de tu casa cuando quieres, sólo o acompañado, ir a todos los sitios que te apetece (bares, cines, bibliotecas, et.) sin que nadie te pregunte, ¿cómo se puede ser feliz, si tienes que llevar escolta, tener que entrar sólo dónde te conocen, porque no van a decir nada, etc? Si tienes todas tus necesidades cubiertas ¿por qué quieres más? ¿están drogado para eso?

¿Qué hace la sociedad para intentar corregirte? Si exceptúas lo de hablar, de lo demás nada. Si te metieron en la cárcel una temporada que siempre es muy breve, vives en ella según nos cuentan a cuerpo de rey. No hay tratamientos de ejemplaridad. Si has vivido en la abundancia, no estaría por demás que vivieses unos días con un poco de escasez. Si te dedicas al espectáculo, no hay problema, pues si sales el llenazo, será mayor. Etc.

Cuando a uno se le va acercando el final, por edad o enfermedad irreversible, cuando esté consciente vendrá a su mente escenas vividas y muchos recuerdos. ¿Qué pensamientos les vendrá a su cerebro a estas personas? ¿De alegría por haber burlado a la justicia?  ¿Contentos por haberse enriquecido? ¿Sentirá felicidad  por todo lo que ha hecho?

Por si lees esto, te recordaré que hay un refrán que dice: “Uno hace una fortuna, los que le siguen la conservan y la siguiente generación se la pule”. Quizá cuando cometías todas estas fechorías, pensabas en tus hijos y en tu familia. No olvides, que por muy distintos que sean a ti, siempre llevarán el San Benito encima: hijo de…familia de… y a veces esto es una losa que tiene que soportar.

Si eres creyente, ¡no pensarás que en el más allá vas a estar con el que anhelaba comer migas o que gran parte de su vida se la pasó en la calle! Pues si resulta ser que es así ¡vaya felicidad que conseguiste!

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lunes, 24 de julio de 2017

El Copago



(Escrito el 19 de enero 2017)
Aunque estos días parece que no se habla del tema, en fechas pasadas estuvo como noticia en primera plana. No sé si fue globo sonda o si en verdad se estaba estudiando ponerlo en práctica. Celedonio como otras veces simplemente reflexiona.

Cierto es que la recaudación, debe ser proporcional a los ingresos, pero también es verdad que las ayudas, deben ir dirigidas al que más las necesita. Los Gobiernos a la hora de recaudar, siempre se fijan en aquellos colectivos más grandes y más dóciles. Entre ellos están los jubilados y los funcionarios.

Ante la necesidad de recaudar, Celedonio se pregunta:

a).- ¿Se ha conseguido ya que nuestra clase política viaje en clase turista, como hace la mayoría de sus representados?  Hubo un tiempo que se negaban a ello.

b).- Nuestros políticos, ¿están sometidos a la misma ley de la Seguridad Social y sus jubilaciones tienen el mismo baremo? Hubo un tiempo que fueron privilegiados.

c).- El precio del restaurante y bar del Congreso ¿se ha incrementado? Hubo un tiempo que el menú costaba lo mismo que en los colegios calentarse la comida los alumnos.

d).- ¿Siguen cobrando dietas los políticos que residen en Madrid? Los funcionarios no las cobran si la actividad la desarrollan en la localidad donde residen.

e).- ¿Se ha corregido el pluriempleo?  Conocemos quien ejerciendo su profesión, era a su vez alcalde y diputado en las Cortes Autonómicas.

f).- Los corrupto y chorizos ¿cuándo devolverán lo que se apropiaron?

g).- Mientras al jubilado se le impide trabajar ¿por qué  muchos políticos además de la jubilación ejercen actividades en empresas?

h).- Supongo que lo de los traductores en el Senado, se habrá terminado. En su tiempo fue la vergüenza del siglo.

i).- Si en los partidos se exige la disciplina de voto, ¿por qué no van a votar solamente los representantes de los Grupos Parlamentarios y nos ahorraríamos dietas y gastos?

j).- Las tarjetas de nuestros políticos ¿se dedican solo para cubrir gastos de su actividad? Recordemos el caso del Sr. Monago y de otros tantos que no sabemos.

Así podríamos seguir enumerando puntos de dónde se podría ir recortando o suprimiendo antes de pensar en el Copago, pero nuestros políticos piensan, que en este caso, los jubilados están acostumbrados al ajo y agua (a joderse y aguantarse).

Si fue globo sonda, quizá hayan escuchado alguna reacción. Si se trata de un estudio para ponerlo en práctica, ¡adelante! Pero no se sorprendan si leen cosas como estas o se encuentran con otras reacciones.

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lunes, 17 de julio de 2017

A Esperanza Aguirre



(Escrito el 25 de abril 2017)
El 13 de marzo de 2015, Celedonio publicaba en este Blog unas reflexiones que había escrito  el 31 de octubre de 2014 y que titulaba: O Esperanza o el Caos. Para Vd. entonces todo era positivo, todas sus personas cercanas eran ejemplares y podía mirar por encima del hombro de cualquiera. Hace un par de días dimitió. ¡Qué contraste!

Si no recuerdo mal, hubo un tiempo que se dijo que estaba trabajando en una empresa cuya actividad era “caza talentos”.  A la hora de decidirse a realizar otras actividades fuera de la política, ¿encontró esta empresa en la búsqueda o fueron por Vd. pensando que tenía una cualidad innata para seleccionar el personal? Tantos cargos que Vd. había nombrado a dedo y prácticamente todos habían sido y seguían siendo ejemplares en sus cometidos ¿no cree que no era de envidiar? Esa empresa por su historial la tenía que fichar.

No se si esa actividad la dejó, si sigue todavía en ella, ni tampoco conozco en la “caza de esos talentos” si además de su coeficiente intelectual, buscan algún otro parámetro. Lo digo porque creo recordar que José Luis Sampedro decía que había dos tipos de economistas: los que buscaban hacer más rico al rico y los que pretendían que el  pobre fuese menos  pobre. A sus colaboradores, nada les tienen que agradecer los vecinos de Madrid, por los que tenían que haber trabajado. No se si el Partido les estará agradecido. Por lo que se está viendo, la  parte más jugosa de su trabajo fue destinada para ellos mismos. Para uno que cobra del erario público resulta ser poco ejemplarizante.

Vd. siempre dejó claro que no sabía nada y les sacó la cara. Perdone, pero en la vida, además de ser honrado hay que parecerlo y en los cargos, aunque no se estipule en los contratos o en el nombramiento, hay un apartado implícito que es el de la responsabilidad. ¿Qué diría del Director de un Colegio que no se entera del comportamiento de sus profesores? Lo que puedan hacer fuera del Colegio no tiene por qué saberlo, pero dentro bien tiene que estar sabedor.

Acaso ¿nunca se preguntó cómo era posible que pudiesen llevar ese tren de vida? ¿No comparó nunca su sueldo con los que ellos percibían? Hemos pasado y estamos pasando tiempos de crisis. ¿Se ha parado a pensar lo que se podría haber hecho con todo el montante que se han llevado?

Antes, cuando funcionaba la peseta, solamente hablar de millones nos parecía mucho, pero ahora ¿se ha parado a pensar que muchos en toda su vida laboral no llegarán a cobrar un solo millón de euros? Posiblemente a Vd. que nunca tuvo problemas económicos no le parezca extraño escuchar cantidades como estas, pero al ciudadano de a pie, que somos la mayoría nos parecen esa cantidades de las que se hablan, simplemente escandalosas.

Durante muchos años estuvimos escuchando lo del milagro alemán, cuando comparábamos cómo quedó Alemania después de la guerra y cómo la vemos desde hace muchos años. Aunque recibió muchas ayudas, los alemanes trabajaron duro. Para Celedonio el milagro es el español. ¿Cómo podemos sobrevivir  después de sufrir el asalto de todos estos cuatreros que conocemos y el de todos los que faltan por destapar?

Si la historia narra los acontecimientos que sucedieron en los tiempos pasados, los futuros historiadores tendrán faena en poner en orden y dar a conocer todos estos desmanes que estamos viendo ahora y que ni siquiera queremos reconocer.

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lunes, 10 de julio de 2017

Pueblos que se cerrarán



(Escrito el 20 de abril 2017)
 El 18 de marzo de 2011, Celedonio hablaba en este Blog de ¿Por qué se van de los pueblos?, reflexiones que había escrito ya el 5 de mayo del 2000. Estos días se ha venido escuchando en los Medios de Comunicación comentarios sobre el mismo tema. Aragón, como otras Regiones tiene una población muy envejecida y muchos pueblos están llamados a desaparecer, si no se pone remedio. Estudios, comentarios y soluciones sobre ello no van a faltar. Como otras veces, Celedonio se atreve a reflexionar sobre el tema.

Recientemente, escuchó en los Medios de Comunicación hablar de los Polígonos Industriales de Aragón y ¡oh sorpresa! no había ningún inventario de los mismos. El que intervenía indicaba que en Aragón, todos los perros están censados, pero no había ningún censo de los Polígonos Industriales.

En  los años 70, un alto cargo de la política aragonesa, me aseguraban que estaba en contra de promover polígonos industriales grandes alrededor de Zaragoza. A ser posible había que ubicarlos en las cabeceras de comarca. De esta manera el censo y el trabajo estaría mejor repartido. No sé cuantos pensarían como él, pero por el resultado que vemos, yo creo que desde siempre no se pensó mucho en esto.

He visto y pateado pueblos que en su día se abandonaron y conozco otros que pueden llevar el mismo camino. Mientras las personas que emigraron de ellos en los años 50 y 60 vivan, algunos vuelven al jubilarse, otros los fines de semana, en el verano o en las épocas de caza, pero a medida que estas personas vayan fallando, sus hijos y descendientes los visitarán cada vez menos. Antes de desaparecer, pasarán por lo que podríamos llamar “pueblos  dormitorio”.

Que sean “pueblos dormitorio” no es ninguna solución, ya que si no hay personal fijo viviendo, puede ser saqueado el día menos pensado. Pero ¿de qué vivir el que pueda quedarse? Los únicos medios de producción de la localidad en la mayoría de los casos serán la agricultura y ganadería. Para estos que siempre serían muy pocos, las ayudas que se contemplan hoy en día deberían ser superiores a las percibidas por los del resto de la zona, bien entendido que no tendría que beneficiarse el propietario de la tierra por estar en esa localidad, sino la persona que viva fija allí. Otro medio de vida, sería que pudiese encontrar un puesto de trabajo cerca, dónde poder ir y venir a diario. De ahí la ventaja de conocer y promover  polígonos industriales estratégicamente situados.

Para seguir viviendo en el pueblo, hace falta estar un poco ligado a él. Es más fácil que siendo de allí, quede de momento alguno, que no pensar en llevar gente de fuera que no tiene ninguna relación con él ni su entorno. Tener cobertura para el teléfono móvil y poder conectarse a Internet, hoy día es imprescindible para seguir viviendo en los pueblos.

El abrir escuelas donde hace ya muchos años que se cerraron y pensar que haya niños, dónde hace muchos años que no hay ninguno, pienso que es “soñar un poco”. Hacer que no desaparezcan no es fácil, pero querer resucitarlos es más difícil todavía.

Como no hay ni una regla fija, ni una recomendación general que sirva para todos ellos, estudiemos cada caso y veamos la forma de que a ese pueblo determinado no le echemos el cerrojo o que se alargue su agonía.

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